Hace más de 30 años que organismos internacionales han reconocido y reclamado atención sobre la existencia de vastos sectores de la población que no tienen acceso a condiciones de vida que le permitan su pleno desarrollo. Los resultados a la vista muestran la ineficacia de las acciones emprendidas. Crecen las poblaciones de alto riesgo social: los niveles de cobertura sanitaria, pedagógica y de vivienda no mejoran, algunas experiencias positivas han provenido del área no formal.