La realidad social y familiar actual coloca a muchos niños y adolescentes en un lugar y con responsabilidades que antes solamente eran de los adultos. Ahora, muchos cuidan a sus hermanos, se hacen cargo de tareas del hogar, eligen si se levantan o no para ir a la escuela e incluso deciden dejar de ir y no van. Están casi iniciando tempranamente una vida adulta sin recursos, a los tumbos, haciendo lo que pueden con su vida, muchas veces sin un adulto referente que los oriente.
Las experiencias de trabajo realizadas durante un año de trabajo como maestra comunitaria, le permitieron a la docente comprender que, si bien dentro de la institución escolar se pueden hacer muchas y valiosas cosas, urge salir a buscar recursos. Es necesario aprender a investigar, golpear puertas, mostrar lo que sabemos, proponer, decidir, argumentar, instalarnos como sujetos activos y potenciales transformadores de nuestra realidad. Para ello, sin duda se necesita información. Las circunstancias adversas y muchas veces desalentadoras en las que se encuentra el individuo, pueden cambiar si nos ubicamos en una perspectiva de transformación donde podamos colocar al sujeto como posibilitador de cambio social.