En el entendido de que toda disciplina supone un cuerpo de conocimientos, una metodología para esa construcción y una forma de decir ese saber construido, el presente trabajo da cuenta de experiencias de aula donde se considera la sintaxis como contenido de enseñanza de ciencias naturales.
En todas ellas se planifica la lectura compartida en lo que llamamos la doble agenda, entendida como la explicitación de objetivos en dos dimensiones: la que busca la comprensión del contenido del texto y, en relación con lo anterior, la que refiere al aprendizaje de estrategias para la construcción de ese contenido.
El presente material es una adaptación y ampliación de un trabajo presentado en el Cuarto Encuentro de Innovadores Críticos, organizado por la Asociación de Docentes de Ciencias Biológicas de la Argentina, 21-23 de noviembre de 2013.
Pensar y escribir este artículo tiene por finalidad presentar en una propuesta integrada, desde una temática específica, aquellos elementos que consideramos fundamentales a la hora de enseñar Ciencias Sociales: la dimensión conceptual (macroconceptos y conceptos específicos) y la forma como se construye el conocimiento social (el método). La propuesta se elabora con énfasis en la dimensión explicativa.
Al seleccionar los temas que se convertirán en contenidos de enseñanza, el docente debe identificar los conceptos específicos que permiten explicarlos, y las dimensiones temporales y categorías espaciales desde donde es posible abordarlos. En esta perspectiva, la consideración de los sujetos es fundamental para
entender los contextos en los que intervienen y los espacios que modifican con sus acciones e intenciones.
Esta forma de organizar los contenidos y la enseñanza puede resultar de utilidad ante la variedad y cantidad de temáticas que aparecen en cada grado en el programa escolar. Esta realidad nos obliga a seleccionar información y adaptarla, considerando la construcción que han realizado las diferentes disciplinas y las características de los alumnos con los que trabajamos.
Al igual que los investigadores sociales, debemos proponernos explicar y comprender los fenómenos y procesos sociales. La simple descripción de los acontecimientos o la memorización de datos no aportan la explicación necesaria para comprender dichos sucesos. Es necesario buscar y construir razones que permitan explicar y entender la realidad social a través de la problematización de los fenómenos (elaboración de preguntas), la construcción de hipótesis que se basen en información y la búsqueda de evidencias que permitan confirmar, ampliar o refutar las respuestas tentativas propuestas.
Otra especificidad en la enseñanza de las Ciencias Sociales es el trabajo conceptual. Los macroconceptos o “mirada específica” de las disciplinas que aquí incluimos son: tiempo histórico, espacio geográfico y sujeto social. Estos no se trabajarán de forma explícita en la escuela, sino a través de otros conceptos propios de cada temática seleccionada.
Incorporamos también algunos conceptos específicos: construcciones disciplinares que sirven para explicar e interpretar los fenómenos sociales, y establecer relaciones entre los distintos niveles de la información.
Una vez aceptada la idea de que el conocimiento artístico debe ocupar un espacio y un tiempo para su enseñanza en las instituciones educativas, resulta válido preguntarse acerca de las tareas que, a tales efectos, deben realizar los docentes: maestros y profesores especiales.
Una de las líneas de acción, a desarrollar consiste en la elaboración de propuestas didácticas basadas en las redes conceptuales y los contenidos programáticos.
Es necesario que dichas propuestas dejen de ser pensadas como actividades aisladas a ser realizadas por cada grupo a cargo de su docente en algún momento del año. Las decisiones curriculares y metodológicas deben ser tomadas en equipo, en el marco de la elaboración de un proyecto institucional de Educación Artística, abierto a la participación activa de los niños, sus docentes, las familias y la comunidad.
En este artículo, se presentan algunas referencias que ejemplifican la línea de tomas de decisiones a transitar, para organizar los contenidos programáticos en un Proyecto institucional de Educación Artística con sus respectivas propuestas de aplicación por ciclo o niveles.
Desde su autoconvocatoria en el año 2011, el grupo recurre a aportes de la metodología “natural e integral” creada por la maestra uruguaya Cledia de Mello, asumiendo y resignificando su valioso legado. No obstante, la búsqueda del colectivo es a potenciar sus singulares experiencias docentes desde la reflexión sistemática y abierta al diálogo con múltiples disciplinas y vertientes teóricas.
Tal como planteaban en la primera narrativa que elaboraron, sostienen «el propósito de contribuir en algo a las trayectorias de reflexión, ensayo y autoría de los maestros uruguayos» (Bonilla y otras, 2012:64). Es oportuno precisar que el presente relato se centra en aspectos vinculados a la enseñanza de la Lengua y en particular, algunas premisas acerca de la enseñanza de la lectura. Al mismo tiempo, que se ven movilizadas por una inquietud más honda: ¿cómo se vive la experiencia de enseñar?
La educación primaria y media necesitan de información para comprender los problemas que deben enfrentar, sociales, epistemológicos, afectivos; y por ello, la investigación-acción (y cualquier otra como la etnográfica o cuantitativa) siempre es bienvenida si, bien hecha, aporta información pertinente. Sabemos por qué, porque todas ellas sirven para quitar obstáculos al aprendizaje, superar prácticas erróneas en la relación de la enseñanza con el aprendizaje, proporcionan más
elementos para la formación de personas intelectualmente desarrolladas y libres.
El artículo recorre la evolución de la investigación-acción, así como deja planteadas algunas hipótesis por las que no es muy frecuente en nuestro país.
¿Por qué las bolsas contaminan el medio ambiente? La propuesta de investigar el tema seleccionado parte de la preocupación de niños que, camino de la escuela, contemplaban un paisaje muy poco agradable del barrio.
Se tomó la decisión de realizar una salida de campo que permitiera poner al grupo en conocimiento de dicha realidad. Durante el recorrido se sacaron fotos y se tomaron muestras para, una vez en la escuela, poder exponer las diversas opiniones sobre el grado de contaminación en que se encontraba el barrio. Fue fácil determinar que el más grave de los problemas era la cantidad de bolsas plásticas tiradas, desparramadas en el suelo, colgando de árboles, enredadas en alambrados, atascadas en desagües y volando libremente por la ciudad.
Así nació la pregunta que serviría de eje a la investigación: ¿por qué las bolsas contaminan el medio ambiente? Una vez iniciada la investigación y avanzando en ella, comenzaron a desprenderse una serie de preguntas que servirían de guía para la misma: ¿de qué están hechas?, ¿todos los plásticos son iguales?,
¿cuáles son los métodos de procesamiento del plástico?, ¿qué podemos hacer con ellos? Tales interrogantes movilizaron las ideas previas que se tenían sobre el tema y se fueron gestando las primeras hipótesis cargadas de argumentos y dando explicaciones temporales a la situación, manteniendo así las hipótesis de nuestros alumnos, su semejanza con las hipótesis generadas en un “contexto científico real”.
Se presenta la propuesta elaborada en una escuela habilitada de práctica, dirigida a los alumnos, a los maestros, alumnos y a los propios maestros en su doble función, como maestros de sus alumnos y como formadores de los alumnos magisteriales, ya que son ellos los que tienen a su cargo la organización y orientación de la práctica docente como lo especifica la Propuesta “Ideas”.
El proyecto intentará orientar para intervenir desde la enseñanza, de manera que todos los alumnos construyan aprendizajes significativos y relevantes desde lo que
ya saben. Se pretende también contribuir a fortalecer el aprendizaje de los estudiantes magisteriales en el sentido metodológicas y estrategias para “enseñar a enseñar”.
La presentación en este artículo de la investigación cualitativa y dos de sus métodos (fenomenología y etnografía) tiene una clara intencionalidad dirigida a los docentes:
▶ En primer lugar, hacer visible que todo docente es potencialmente un docente-investigador. Solo basta que se lo proponga, que se forme en el área disciplinar denominada Investigación Educativa y que comience a investigar. Se considera que la investigación educativa de tipo cualitativo por su naturaleza, su cualidad y su carácter holístico es una excelente primera opción para iniciar un proceso como docente-investigador.
▶ En segundo lugar, una convicción personal y profesional: la enseñanza de la Investigación Educativa requiere que el docente tenga experiencia haciendo investigación educativa. Esto se fundamenta en que la enseñanza de esta área de conocimiento no tiene como único fin el convertir al educando en un conocedor o especialista en la materia. El propósito es que en primer lugar se ponga a disposición del educando (estudiante de formación docente o docente), el conocimiento y la comprensión de la información; y en segundo lugar (y no por ello menos importante), la experiencia, el entusiasmo y el compromiso por la investigación educativa que tiene quien enseña la materia. Este segundo aspecto solo se puede transmitir a partir de haber realizado o participado de investigaciones educativas.
Propuesta para abordar el Año Internacional de la Quinua. Existen distintas razones que permiten fundamentar la importancia del tratamiento de este tema en el ámbito escolar, con una mirada geográfica.
En el desarrollo de este artículo se presentarán los argumentos principales que centran el enfoque en la disciplina, desde una perspectiva crítica. Ellos son: los principios metodológicos, las categorías de análisis espacial y los conceptos específicos involucrados.
¿Cuál sería el sentido de la educación en derechos humanos? Según Magendzo, la educación en derechos humanos también debe propender a construir sujetos de derecho con la capacidad y el poder de actuar y exigir el cumplimiento de sus derechos de manera argumentada e informada. La doble misión de esta educación sería formar personas capaces de defender sus derechos y los de otros seres y que tiendan a transformar las realidades injustas. La pedagogía que justifica dicho accionar es la pedagogía crítica que hace énfasis en la toma de conciencia en la comprensión precisa y profunda de su situación histórica para transformarla. Para ello es necesario educar para el empoderamiento del individuo como un ser activo, cooperativo y social. Ahora bien, ¿qué metodología se corresponde con esta educación? ¿Qué sociedad queremos con esta educación? Estas preguntas y sus respuestas, son abordadas por la autora en el artículo.