Este artículo tiene su origen en el trabajo final de acreditación del Seminario Literatura y Escuela (2019) de la Especialización en Escritura y Alfabetización, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
El «nuevo modelo de educación literaria», como lo concibe Munita (2017:394), plantea el abordaje de la literatura como un juego dialéctico de «participación y distanciación» (idem, p. 385), donde se persiguen dos grandes objetivos: «favorecer el avance en la competencia interpretativa» y «promover la construcción de hábitos lectores así como una relación placentera y de implicación personal frente a los textos» (ibid.).
Tal como sostiene Lerner (2001), los proyectos didácticos vinculados con la lectura literaria tienen propósitos personales: para compartir con otros lectores, para adentrarse en el mundo de un autor, para identificarse con un personaje, para vivir aventuras que van más allá de lo cotidiano y real... Ante un texto literario, el lector se siente autorizado a centrarse en la acción y saltearse fragmentos, o a releer varias veces algunas frases que por cualquier motivo le impactan (belleza, ironía, precisión), a dejarse llevar por las imágenes o evocaciones que se generan en él.
Para acceder al mundo de la escritura, el niño requiere de un lector experto para incorporar vocabulario, expresiones, maneras diferentes de transmitir las cosas propias del lenguaje escrito. «Sólo por medio de la lectura, escuchando el lenguaje escrito leído en voz alta» (Smith, 1983 apud Kaufman y Lerner, 2015:10), el niño logra descubrir que el habla y el lenguaje escrito no son lo mismo. Si entendemos que leer es comprender el mensaje escrito, entonces quien escucha también lee. Si bien el niño no se encarga de la “decodificación”, su rol es muy activo, pues debe imaginar situaciones, personajes, relacionar una sucesión de hechos, recurrir a la memoria, concentrarse, anticipar y de alguna manera construir un significado que sea coherente con sus vivencias y su contexto, con sus conocimientos.
En este marco conceptual, enseñar literatura en la escuela implica, por parte del docente, planificar, pensar en los aspectos relevantes del texto que desea discutir, conocer la obra y tener seguridad acerca de las intervenciones a realizar. Es fundamental tener claro qué competencia se va a trabajar, para seleccionar el texto a presentar en función de sus características. A modo de ejemplo, según los cuentos propuestos, El estofado del lobo de Keiko Kasza podría adecuarse muy bien para trabajar la formación del hábito lector, buscando la respuesta emocional y afectiva del niño, potenciando la participación y circulación social.
La temática que se aborda supone un trayecto por disciplinas propias de las Ciencias de la Educación. Este campo de conocimiento permite encontrar el corpus teórico para conocer ese “ser docente” que no se restringe al acto de transmisión cultural. Es así que nos preguntamos: ¿Qué es “ser vocacional” y cuál es su vinculación con la identidad docente como profesión? ¿Qué relación existe entre identidad y profesionalización? ¿Cuáles son los desafíos que se evidencian en el ejercicio del oficio docente en tiempos complejos?
La elección de la profesión docente enfrenta dificultades. Muchas investigaciones (Robalino y Körner, 2005; García Garduño, 2010; Peri, 2012) evidencian algunos de los motivos por los cuales se desalientan los jóvenes: falta de reconocimiento social, prescripción controlada de la tarea, remuneración escasa, problemas sociales derivados de violencia en sus distintas manifestaciones, protestas de padres y alumnos. Son situaciones que revelan caras y contracaras de una sociedad que expande la realidad de su contexto y se permea en las escuelas (Davini y Alliaud, 1995; Fullan y Hargreaves, 1999; Tenti Fanfani, 2006; Gentili, 2013).
EDITORIAL
Este resumen ofrece al lector una temática de interés, centra su foco de atención en las palabras de estudiantes magisteriales y de profesorado de Montevideo acerca de la formación que los Institutos de Formación Docente les ofrecen.
El resumen de la investigación que se presenta se realizó en el marco de un llamado del IPES a docentes investigadores. Si bien la investigación no fue publicada, se encuentra a disposición en la Biblioteca de dicho instituto.
La secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de Educación Primaria (FUM-TEP), Elbia Pereira, salió al cruce de las críticas efectuadas por un grupo de técnicos que en un documento menospreciaron la labor docente y el trabajo en las aulas.
El texto del informe denominado "La educación prioridad de país: aportes a la construcción de una educación genuinamente inclusiva", según publicó este jueves el diario El País, sostiene que actualmente la voluntad de los alumnos, los padres y los docentes choca con una propuesta educativa que "no los convoca, no los entiende, los frustra, desanima, castiga y eventualmente expulsa. Expulsa a los estudiantes de los centros, a los padres de su compromiso educativo y a los docentes de su vocación. (...) El aula, entonces, es crecientemente un espacio donde pocos quieren estar", expresa.
Elbia Pereira se mostró alarmada por el nivel de “desconocimiento” de estos profesionales. “Esto muestra a las claras de que se opina reiteradamente sobre la educación primaria sin conocer la realidad de las escuelas. ¿Cómo que el aula es un lugar donde pocos quieren estar? Error. Cientos de niños sienten en las aulas un lugar de protección. Cientos de niños encuentran contención en las aulas, en donde tienen un plato de comida caliente, el oído comprensivo, la mano extendida y el abrazo afectuoso. Las aulas no expulsan, incluyen”, dijo la secretaria general de la FUM-TEP.
Asimismo, calificó como un “un gran error” que se ponga en tela de juicio la vocación de los docentes. “¿Cómo que los docentes son expulsados de su vocación? Nada más motivante para un maestro, que el hermoso desafío que implica educar a un niño. Y cuando las circunstancias son más adversas, se potencian los esfuerzos; aún en caminos empinados la motivación sigue intacta. Con esas conclusiones demuestran que son eruditos de la nada”, afirmó Elbia Pereira.
El informe fue realizado por Fernando Filgueira (asesor de Tabaré Vázquez en materia educativa), Martín Pasturino (ex consejero de la ANEP perteneciente al Frente Amplio), Renato Opertti (especialista de la Unesco) y Ricardo Vilaró (docente, ex integrante de la ANEP y ex sindicalista).
Autor: Eloísa Bordoli
Concepto: Este artículo tiene por objeto tematizar la relación entre tres elementos: texto curricular, contexto y gramática escolar. El nuevo texto curricular, único, con vocación universalista, supone una decisión de política educativa integradora e inclusiva.
Revista Nº 93
Febrero de 2009
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