El presente artículo narra mi primera experiencia de enseñar las radiaciones solares en primer grado.
Contenido complejo, si los hay. Ante todo busqué información disciplinar. La radiación solar es el flujo de energía que recibimos del Sol en forma de ondas electromagnéticas de diferentes frecuencias (luz visible, infrarroja y ultravioleta).
Me puse a pensar qué tipo de actividades debía realizar. Decidí que les presentaría experiencias y juegos; que luego conversaríamos sobre lo sucedido, planteándoles preguntas, promoviendo su curiosidad y la búsqueda de explicaciones.
La capacidad de formular preguntas, la curiosidad y la discusión de ideas iban a ser el camino hacia la construcción de conocimientos colectivos. Lo importante no eran los nombres, sino entender qué significaban.
El programa vigente indica algunos antecedentes en Nivel Tres años y en Nivel Cinco años, y posibilita vínculos con Biología y Física en primer grado.
Con este marco comencé a trabajar.
¿Astronomía en Nivel Cuatro años? ¿Qué hago? ¿Por dónde comienzo? ¿Qué tengo que enseñar? Muchas preguntas... muchas dudas. Pero
decidí embarcarme en el viaje, estaba dispuesta a aprender y a afrontar desafíos. ¿Qué implica enseñar el cielo diurno y el cielo nocturno desde una mirada astronómica?
Que todo lo que está en el cielo diurno está en el nocturno, excepto el Sol. Esta expresión tan breve encierra múltiples aspectos que debía considerar a la hora de planificar la enseñanza:
► Comenzar a construir la noción astronómica de cielo.
► Diferenciar en el cielo, los elementos astronómicos de los meteorológicos.
► Reconocer siempre la presencia del Sol en el cielo diurno.
► Ampliar el conocimiento sobre los elementos del cielo diurno a la Luna y las estrellas.
► Incorporar la noción de cielo nocturno como ausencia del Sol.
También implica acercar a los niños a los científicos que estudian “el cielo”, su lugar de trabajo, los instrumentos que utilizan.
Y así fue que comencé...
Aporte de las maestras Soraya Aguirre y Alicia Sellanes Maestras de Educación Inicial. Salto. Integrantes del Equipo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias Naturales, revista QUEHACER EDUCATIVO.
¿Qué es eso que no veo, pero está?
Artículo que aporta el trabajo realizado con niños y niñas que conocieron sobre diferentes tipos de virus que están presentes en el ambiente y comenzaron a construir sus primeros modelos sencillos al respecto.
Se incorpora a la entrega, un archivo adjunto, en donde el lector puede escuchar las explicaciones que Nahuel le da a un compañero que había estado enfermo. En ese relato de las actividades que habían realizado, manifiesta las explicaciones que se fueron dando en el proceso, algunas de las hipótesis elaboradas, la búsqueda de información, para concluir fundamentando las acciones a tomar.
Las familias tuvieron la oportunidad de conocer junto a sus hijos el comportamiento de los virus y las medidas de prevención para evitar su propagación. Fueron partícipes activas de este proceso a través de preguntas, de la comunicación de la información, de la elaboración de afiches para colocar en el barrio, incorporando conscientemente las medidas sanitarias dispuestas en la escuela.
Los docentes tenemos el desafío de contribuir, desde el Área del Conocimiento de la Naturaleza, a una formación ciudadana que ponga en valor algunas competencias científicas que la sociedad considera “deseables” para las nuevas generaciones, tales como la argumentación, la modelización, el pensamiento autónomo y reflexivo, la lectura crítica de la información circulante y la actuación razonada y con criterios. Debemos navegar en una escuela que ayude a dialogar con la incertidumbre.
Cómo citar el artículo:
AGUIRRE, S.; SELLANES, A. (2020) ¿Qué es eso que no veo, pero está? Quehacer Educativo. FUM-TEP. Disponible en https://www.fumtep.edu.uy/
Nuevamente desde la Federación estamos invitando a participar de un encuentro por Zoom, para pensar el retorno a la presencialidad.
En esta ocasión la mirada se enfoca en la salud laboral y la aplicación de los protocolos de salud.
Contaremos con los valiosos aportes de:
El acceso es libre a través de Zoom y lo pueden hacer a través de:
Enlace:
https://us02web.zoom.us/j/83879903087?pwd=Q2hnZHhxY3YzSFIvRGw3ZEZrZXFHQT09
ID de reunión: 838 7990 3087
Código de acceso: 684513
En la actualidad, al tratamiento de los cambios demográficos tradicionales se le agrega lo que Rofman, Amarante y Apella (2016:179) designan
como «shocks exógenos a la demografía (cambios en el nivel educativo, cambios en el comportamiento que determina la participación femenina, mejoras tecnológicas, etc.)». La familia se redefine, cambia su concepto tradicional, varía su estructura, se vuelve inestable, situación que la trasforma como lugar consagrado de sus referentes. Al interior de estos grupos, tradicionalmente medulares para el desarrollo humano, ocurren variantes de diferente signo: el ritmo de fecundidad ha variado de modo considerable y ya no se registra el compromiso civil tradicional. Esto último es un factor encubierto, que se asume como nuevas configuraciones de unión, pero en ámbitos vulnerables es un elemento más de inseguridad.
De modo paralelo se originan cambios en el mundo del trabajo; radicales innovaciones imprimen una nueva centralidad a este mundo, que
lo convierte en un espacio incierto, con ofertas precarias, en general, carentes de regularidad.
Su fluctuación produce transformaciones socioculturales muy significativas, en las que se involucra a todo el tejido social, y lo permea de modo ramificado y silencioso. No participar del mercado laboral, no ser un asalariado, hace vulnerable al sujeto y a su entorno. En oportunidades, esta situación es un aditivo que se imbrica de modo explícito con la vulnerabilidad biológica y cultural que se posee.
Lo enumerado explica exterioridades de una nueva caracterización del ser pobre, la que se quebranta como identificación amplia para representar situaciones o condiciones de vida de individuos. Los sujetos, vistos ahora de modo particular, conforman una nueva pobreza.
En esta coyuntura, ser pobre es un problema personal, se vive como una situación privada, y desde esta perspectiva se atiende desde lo
institucional. No ser aportante de los recursos necesarios para mantener al grupo familiar que integra, califica al sujeto en primera instancia y, por añadidura, se extiende luego al grupo que integra.
Se viven tiempos de transformación en los que se hace necesario comprender: qué es lo nuevo, cómo se produce, qué repercusiones provoca
y cómo debe atenderse. Los aportes académicos quedan retrasados ante la emergencia de acelerados cambios, por lo que urge precisar una reconceptualización.
Lo nuevo que ocurre en el tejido social involucra al sistema educativo, ocurre en las veredas de los centros, y a la vez entra con los alumnos a los patios escolares, a las aulas. Lo emergente se visualiza en coyunturas que poseen historias de compromiso social. Las instituciones educativas se encuentran en estos escenarios.
A los docentes nos gusta y nos interesa incursionar en las nuevas tecnologías, buscando la posibilidad de crear una instancia potente de aprendizaje que utilice la tecnología como un incentivo al trabajo en el aula.
Comenzamos nuestro trabajo, cuestionándonos: ¿qué interés presentan los niños en la tecnología? ¿Cuáles son las páginas web más consultadas por ellos? ¿Cómo podemos generar aprendizajes significativos a partir de ese interés? ¿Cómo utilizar la tecnología al servicio de la lengua?
El resultado de este diagnóstico inicial arrojó que los alumnos presentan un particular gusto por la búsqueda de diversos contenidos en el sitio web “YouTube”, teniendo como referentes a los denominados youtubers, personas que se dedican a la publicación de contenidos para su libre divulgación en Internet.
En la búsqueda de recursos que pudieran servir para la enseñanza, encontramos a una comunidad abierta de jóvenes lectores denominados
“Booktubers”, los cuales se dedican a la promoción de prácticas lectoras a través de la recensión de libros leídos, subiendo sus publicaciones
en forma de videos al sitio web “YouTube”.
Esta nos pareció una iniciativa muy buena para motivar a nuestros alumnos a leer, a escribir recensiones y a producir materiales audiovisuales
oralizando sus producciones para compartirlas en la Red a través del canal de “YouTube” de la clase, participando así de la comunidad abierta de booktubers.
Este trabajo se presenta con la finalidad de compartir una experiencia pedagógica, pensada desde las comunidades educativas rurales que necesitan y creen en un cambio de formato de Escuela Rural que imbricada en la pedagogía nacional se proyecte en el día a día en las aulas.
Se trata de “hacernos cargo” entre todos de un proceso de cambio educativo que coloque a la escuela, los alumnos y los docentes en un lugar
de privilegio. Ese lugar no se nos es dado de antemano, sino que requiere del pensamiento y de la acción de los maestros y de la familia,
que están llamados a educar en la complejidad de la Escuela Rural de esta época.
Con la idea de establecer líneas que tracen y ensayen otra forma de “estar”, surge el Nucleamiento como posibilidad de educación integral y de énfasis en la socialización de los alumnos como factor fundamental del desarrollo educativo.
La zona es propicia para ello: escuelas cercanas (distancia entre escuela y escuela de un máximo de quince quilómetros), cantidad de niños que asisten, zona de analfabetismo, pobreza y exclusión, pequeños productores y trabajadores zafrales.
Es un trabajo en territorio y plantea la integración de tres escuelas con características propias (atendibles desde las variables ya enumeradas),
pero que se transforman en variables constantes de las que participan muchas escuelas rurales del país. Se trata de compartir formas de ser y estar distintas a las que estamos acostumbrados a transitar en la escuela rural.
Se rompe con el aislamiento de alumnos y maestros, se propone el trabajo profesional cooperativo, alumnos aprendiendo juntos, todos los días, durante toda la jornada. Una comunidad que se apronta para emprender desafíos necesarios y posibles en la planificación del nuevo formato.
El presente artículo resulta de la síntesis del ensayo “Un docente... un niño... una familia... en un amplio salón rodeado de bancos vacíos. El aula multigrado y la circulación de saberes”, realizado en el marco de la culminación de la carrera docente. El referido trabajo fue visto, en primer lugar, como una instancia de aprendizaje y de profundización teórica sobre una temática escasamente presente en la formación docente: la escuela rural.
Pero por sobre todas las cosas, realizar dicho ensayo significó retrotraerme a una etapa que quedó marcada a fuego en mi biografía escolar: la escuela rural. Esa que a veces se ve tan sola y abandonada. La que muchos consideran inferior, simplemente por su ubicación geográfica. La escuela
rural, aquella que en algunas instituciones recibe día a día a un solo niño (y por consiguiente, a una familia), “en un amplio salón rodeado de bancos vacíos”. La escuela rural, la misma que me vio crecer y que tanto me enseñó. A esa escuela rural, yo tenía la necesidad de aportarle algo, y en estos trabajos veo la oportunidad de hacerlo. A esa escuela rural, yo nunca la puedo olvidar, nunca la quiero olvidar.
Existe aún otro motivo que me llevó a inclinarme por esta temática: la “necesidad” de estudiar, en cierta manera, el medio donde vivo.
En mis largas horas diarias de viaje rumbo al centro que supo formarme como profesional, siempre me llamó la atención la constante y cada vez más profunda migración del campo a la ciudad, vista por mí desde el ómnibus en los frecuentes carteles de venta de campos y casas, lo que me llevaba a pensar en la escuela rural... ¿Qué será de ella si su gente, día a día, se marcha en busca de nuevos horizontes? Situación esta que lleva indudablemente al cierre de las escuelas rurales, dejando una comunidad sin escuelas, sin centro de referencia, sin una visión de futuro...
Fueron estos, simplemente, algunos de los motivos que me llevaron a escribir e investigar sobre la escuela rural; motivos y preguntas que aún nadan en mi mente, como si lo hicieran en un mar de incertidumbre.
Pensar los primeros días en el Nivel Inicial, implica pensar en una globalidad que se interrelaciona de manera constante. Implica pensar en niños y familias, el nivel de escolaridad y lo que conlleva como tramo etario; implica pensar en lineamientos generales contextualizados en una institución a la que pertenecemos. Implica pensar en un currículo explícito a enseñar, implica pensar en una infancia con características evolutivas particulares,
de permeabilidad con una red de tecnologías de la información y la comunicación que la hacen bien diferente; con un campo experiencial de
afluencia con distintos actores sociales e innumerables componentes que inciden en perfilar la niñez de nuestro tiempo.
Iniciar el año escolar es como tener un mapa delante, que nos muestra e invita a recorrer múltiples estaciones.
Cómo caminar, cómo hacer profesionalmente en este período, es tomar decisiones pedagógicas y organizativas para gestionar exitosamente
un tiempo que delimita el accionar de todo un año de trabajo y convivencia.
Es un tiempo crucial, inicio de planteamientos y replanteamientos docentes, es iniciar el estar juntos, ser y hacer en un entramado netamente
social.
Un estar juntos que implica enseñar y aprender en una institución que se rige por lineamientos sistémicos de políticas educativas a los que pertenece.
Nos debemos orientar con respeto hacia el sistema al que pertenecemos y hacia la realidad que nos toca vivir, guiados por la honestidad profesional para tomar decisiones y ponerlas en práctica de una manera equilibrada y con sentido común.
Tomar decisiones pedagógicas siempre conlleva un sentido político. Implica construir reflexión sobre lo que se hace o se deja de hacer. Diagramar acciones posibles, recortes curriculares, secuencias a elaborar, debe considerarse y planificarse siempre en favor de los niños.
Es realmente peligroso no construir este proceso tan necesario en educación, proceso de deconstruir, repensar, analizar lo que sucede, lo
que conviene, lo que es necesario, lo que funciona y lo que falta... La reflexión es, de hecho, una práctica que construye alternativas.
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