El 16 de julio de 2013 se vivió una jornada memorable en el Auditorio Nacional del Sodre “Dra. Adela Reta”. Más de mil niños procedentes de noventa y nueve escuelas rurales de todo el territorio nacional, acompañados por maestros y familiares, asistieron por primera vez al Auditorio y fueron espectadores de uno de los principales espectáculos del año: la ópera Hansel y Gretel.
El proyecto de la visita de escuelas rurales al Auditorio fue un emprendimiento conjunto entre el Ministerio de Educación y Cultura a través de la Dirección de Educación, la Dirección de Cooperación Internacional y Proyectos, el Sodre y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) a través del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), y la Comisión Nacional del Uruguay para la UNESCO (Red del Plan de Escuelas Asociadas de la UNESCO).
En el siglo XXI no puede concebirse una educación integral sin la inclusión de las artes en los programas de enseñanza y en las prácticas educativas. En ese sentido, en los últimos años se evidencian en nuestro país importantes avances en la educación formal, con el propósito de resignificar el lugar de las artes en la educación.
En el Instituto Uruguayo de Educación por el Arte – Taller Barradas creemos firmemente en la posibilidad de diseñar intervenciones por medio de las cuales acercar los ámbitos formales y no formales de la educación en relación a la enseñanza de las artes, con el propósito de capitalizar ambas experiencias.
Basados en esa convicción acudimos a la convocatoria de diversas instituciones, públicas o privadas, para generar espacios de formación a los docentes y de apoyo a los proyectos institucionales en el Área del Conocimiento Artístico.
La experiencia que se presenta a continuación forma parte de esa línea de acción.
En este caso concreto, el trabajo conjunto se plasmó en la inclusión de dos talleristas de artes plásticas como apoyo al equipo docente de una escuela pública durante algunos meses del año.
Estamos convencidos de que al mismo tiempo que las talleristas desarrollaban el trabajo planificado con los niños y las niñas, se logró fomentar en el colectivo docente la reflexión sobre los contenidos y las metodologías del Área del Conocimiento Artístico, con particular énfasis en la elaboración de propuestas que permitan promover el desarrollo de las posibilidades expresivas, incrementando el trabajo creativo y colectivo por medio de la exploración y la experimentación.
Una vez aceptada la idea de que el conocimiento artístico debe ocupar un espacio y un tiempo para su enseñanza en las instituciones educativas, resulta válido preguntarse acerca de las tareas que, a tales efectos, deben realizar los docentes: maestros y profesores especiales.
Una de las líneas de acción, a desarrollar consiste en la elaboración de propuestas didácticas basadas en las redes conceptuales y los contenidos programáticos.
Es necesario que dichas propuestas dejen de ser pensadas como actividades aisladas a ser realizadas por cada grupo a cargo de su docente en algún momento del año. Las decisiones curriculares y metodológicas deben ser tomadas en equipo, en el marco de la elaboración de un proyecto institucional de Educación Artística, abierto a la participación activa de los niños, sus docentes, las familias y la comunidad.
En este artículo, se presentan algunas referencias que ejemplifican la línea de tomas de decisiones a transitar, para organizar los contenidos programáticos en un Proyecto institucional de Educación Artística con sus respectivas propuestas de aplicación por ciclo o niveles.
La principalísima tarea de un director es la de conformar un colectivo docente que encuentre el sentido de su tarea y, a su vez, con toda la potencialidad activada le otorgue a la institución su real significado, propiciando proyectos creativos que contribuyan a que los niños -todos los niños- aun los que viven situaciones desfavorables o injustas- aprendan y le encuentren sentido a lo que allí hacen. Todo ello, mediante la generación de vínculos saludables no solo dentro de la escuela, sino también hacia afuera, con las familias y con otras instituciones del entorno mediante alianzas fértiles de ayuda mutua y progreso. Las escuelas son centros de generación cultural -invalorables y a veces únicos- en el espacio social en donde se asientan.
El papel del director de la escuela exige una amplia coordinación de acciones múltiples, dando lugar a los mayores niveles de participación y crítica. la coordinación no se opone al llamado liderazgo, pero consideramos que lo supera en calidad y abre otras posibilidades. Ser siempre líder, en toda situación, puede llegar a entrañar riesgos de adueñarse del saber o del poder, así como habituarse a tener la última palabra en las decisiones.
En Ciencias Sociales existen muchos datos y hechos que se adquieren como contenidos factuales, el conformarnos solamente con este nivel de información coloca a la enseñanza del área en un plano puramente descriptivo. Para lograr sentido, significado y darle al conocimiento social un marco explicativo es necesario abordar el otro nivel de información: los contenidos conceptuales.
El propósito de este trabajo es relacionar aspectos teóricos sobre la importancia de la dimensión conceptual como uno de los niveles de información que componen el conocimiento social, con una propuesta realizada en primer ciclo (alumnos de Inicial: nivel 4, nivel 5; primero y segundo grado). Se trabajó en la modalidad de proyectos: La máquina del tiempo; dentro de este se tomó, como recorte, a nuestros pueblos originarios, los primeros cazadores.
Proyecto realizado en el marco del Curso II – Apoyo a la implementación de proyectos de Ciencias Sociales en las Escuelas de Tiempo Completo. PAEPU-ANEP/CEIP/BIRF.
Se anexan dos relatos. Se comparten las propuestas didácticas que ofrecen los maestros con el proyecto denominado “Actitud Saludable”, llevado a cabo en la ciudad de Río Cuarto (Córdoba, Argentina) y "La población que vive al pie de la cantera, ¿por qué es indiferente a la explotación a cielo abierto?”, que tiene origen en la institución de un paraje rural que funciona principalmente como asentamiento minero, ubicado en un lugar llamado Canteras de Quilpo, al noroeste de la capital cordobesa y próxima a las localidades serranas de Cruz del Eje y San Marcos Sierra (Argentina).
Relato 2: "Actitud Saludable"
Se muestran las propuestas didácticas que ofrecen los maestros con el proyecto denominado “Actitud Saludable”, llevado a cabo en la ciudad de Río Cuarto (Córdoba, Argentina). Ellos abordaron una problemática ambiental que refiere a los trastornos alimenticios que padecen los niños, adolescentes y jóvenes en particular, y la población en general.
Una primera característica interesante a valorar de esta secuencia en EA focalizada en la salud, es la incorporación paulatina de las acciones antrópicas con el medio natural y el grado de conflicto que se construye en esa interacción.
Este reconocimiento y la inclusión de los sujetos y sus prácticas culturales ofrecen una perspectiva de “co-responsabilidad social en las actuaciones”, mostrando un avance en la concepción tradicional de los problemas ambientales sin sujetos e ideologías (Rivarosa y Perales, 2006).
Relato 3: "La población que vive al pie de la cantera, ¿por qué es indiferente a la explotación a cielo abierto?”
La explotación de la cantera contamina el ambiente y perjudica a otros. La escuela, en el análisis sobre el entorno social, natural, cultural, que hace a este ambiente muy particular, incorpora este proyecto que aborda una problemática, desde el planteo y la interrogación, como punto inicial que convierte en objeto de aprendizaje, un problema ambiental, integrando las demás áreas: Sociales, Lengua, Matemática, Tecnología, Formación Ética y Ciudadana, como una manera de promover la comprensión y el conocimiento del entorno.
Artículo que recorre el "camino" realizado por una docente y sus alumnos, ante el cuestionamiento de si realmente le estaba brindando a sus alumnos oportunidades de participar. Si promovía instancias en las cuales las prácticas sociales sean “enseñadas”.
Ante esto, se propuso realizar un proyecto que partiese de los intereses de los niños y que buscase fortalecer niveles de autonomía, para que sean ellos los gestores de actividades que “generalmente” realizan los docentes.
Se trabajó con la situación problema: durante el año esperaban que se los autorizara el campamento educativo a las termas. Esto no ocurrió. Se reunieron en asamblea para ver qué podían hacer. Costó mucho cambiar la costumbre de quejarse, pero pudieron reflexionar y concluir que habían dos opciones: la queja o intentar por sus medios tener un paseo de fin de año.
De esta forma, también apostó a trabajar la importancia de tener proyectos de vida e intentando desestimar esa costumbre, que se ha popularizado en nuestro medio, de que todo me lo tienen que dar. "Si lo intentamos, seguro podemos", ese fue su lema.
El proyecto se lleva a cabo en una institución educativa, que contaba con ejes transversales: "educar para la vida ciudadana y para formar ciudadanos responsables y comprometidos con el contexto en que nos encontramos insertos".
Se planifica para colaborar con la construcción de vínculos inter-generacionales, sabiendo del enorme potencial creativo y del compromiso profesional que tienen los maestros y las maestras con la comunidad educativa en la que les toca desempeñar sus funciones. Además, se visualiza el potencial de las generaciones adultas para enfrentar los nuevos desafíos que la sociedad actual les va presentando, si se les brinda el espacio y la oportunidad de desarrollarlo.
Aprender a vivir juntos es uno de los pilares de la ciudadanía democrática, y forma parte de la ética profesional desarrollar proyectos educativos para poderlo practicar, aspecto que se propuso el colectivo docente.
Las prácticas sinceramente formativas, creativas, y los trayectos de investigación junto a ellas, siempre pueden ser eco o resonancia de una sincronicidad sorpresiva. La formación artística consigue invocar experiencias asombrosas cuando existe una real inmersión en la energía psíquica colectiva o sabiduría ancestral. Gracias
a ello se desarrollan al margen de proyectos, de toda actividad condicionada en un fin, por ende, vinculadas a un maná colectivo efervescente que se revela como experiencia interior indómita.
La formación errática está ligada en todo momento a intensas correspondencias no causales de lo diverso, generando comunicaciones que envuelven a las personas, la sociedad, la naturaleza y el conocimiento, en una atractiva masa confusa o realidad sistémica. Las acciones formativas como experiencias incluyentes, son un escenario dinámico que revela la riqueza de un éxodo de aprendizajes compartidos, donde la temperatura de estar juntos manifiesta la emergencia de un saber sensible que se revela como autoridad profunda, como fuerza surgida de la unión de los hermanos.
Material recabado en las jornadas realizadas en el local de la Revista QUEHACER EDUCATIVO, con Fernando Avedaño, donde la temática tratada fue "Textos expositivos en el aula".
En los ricos encuentros, se abordaron temas como: concepto de competencia comunicativa, competencia semiótica, idea de texto, géneros primarios...
Al trabajar con los textos expositivos, el ponente, trató los siguientes aspectos: las intenciones comunicativas, qué es la lectura, el proceso lector, la escritura y su proceso, el proceso de corrección de los trabajos por parte del maestro. También aportó acerca de qué aspectos enfatizar en el nivel inicial así como en los superiores.
Avedaño propone trabajar en torno a proyectos, por lo que planteó que es lo que se planifica y qué elementos se deben explicitar en la planificación.
Completa el formulario, y suscribite a la revista QUEHACER EDUCATIVO