La escuela pública ha de ser la causa de todos, porque es la causa de la justicia. Quienes defienden con ahínco la escuela privada (sé que algunos lo hacen de forma bienintencionada) esconden intereses particulares y utilizan argumentos de dudoso rigor. Decir que es preciso defender el derecho de todos a elegir, exigiría que todos pudiesen ejercerlo.
Es sospechoso que defiendan ese derecho precisamente los pocos que pueden ponerlo en práctica. En aras de la libertad de enseñanza (quienes ahora la defienden, la han atacado como uno de los males de la sociedad) se pretende salvaguardar la libertad de quienes tienen posibilidades de acceder a unos bienes que consideran de mayor o de especial calidad. Digo de especial calidad porque este es uno de los temas de mayor calado. ¿Por qué se dice que una escuela es de calidad? He aquí algunos de los tramposos indicadores más usados (Santos Guerra, 2006):
► Control en las actuaciones cotidianas.
► Resultados académicos.
► Preocupación por cuestiones de disciplina.
► Cantidad de contenidos.
► Instalaciones deportivas.
► Oferta de actividades extraescolares.
► Existencia de Ideario (casi siempre) religioso.
► Elitismo de clase (el niño/niña no se mezcla con otros...).
► Estabilidad y cohesión de las plantillas.
Otra cosa muy diferente es atribuir calidad a las escuelas en función de los siguientes criterios:
► Posibilidad de acceso para todos y todas
► Ausencia de elitismo
► Pluralidad de opciones
► Educación en la libertad
► Libertad de expresión
► Coeducación
► Incorporación de la diversidad
► Preparación para la vida
► Ejercicio de los valores
Quienes defienden que ha de destinarse dinero público a proyectos privados, ¿cómo pueden justificar que a los ciudadanos que no participan de ese ideario se les exija contribuir a su desarrollo y difusión? Sé que dentro de la escuela privada existen instituciones y proyectos de muy diverso tipo: una cosa es un Colegio del Opus Dei y otra muy diferente una cooperativa de profesores que mantiene un proyecto ideológicamente plural.
En el supuesto de que la escuela privada tenga mayores dosis de calidad que la pública, ¿no habría que preguntarse por qué? ¿No habría que dotarla de medios y de condiciones?
Discurso ofrecido en el Congreso Mundial sobre los Gastos Militares y Sociales, organizado por la International Peace Bureau (IPB), realizado del 30 de septiembre al 01 de octubre de 2016, en la Universidad Técnica de Berlín (Sesión Plenaria del 1 de octubre). Publicado en Cultura de Paz, Año 22, Nº 70 (Setiembre-Diciembre 2016), pp. 11-14. En línea: http://www.lamjol.info/index.php/CULTURA/article/view/3019/2769
CAMPAÑA MUNDIAL
CONTRA EL GASTO MILITAR
13 DE ABRIL - 9 DE MAYO DE 2019
En el plantea se destinan más de 1.820.000.000.000 de dólares para la carrera armamentista.
Mientras millones de niños, niñas, mujeres y hombres mueren de hambre y enfermedades curables.
Hoy las guerras condenan a más de 65.500.000 personas a verse desplazadas de sus hogares.
Los países más poderosos promueven conflictos y guerras para fabricar y vender armas.
Hoy el único sector de la producción capitalista que tiene asegurada una demanda efectiva y real es el complejo militar – industrial armamentista.
Reafirmamos nuestro compromiso por el desarme nuclear, la libre autodeterminación de los pueblos y la paz mundial.
FUM-TEP - Movimiento de Educadores por la Paz - PIT-CNT
La escuela continúa siendo un agente de socialización que privilegia la educación política, en el entendido de que a través de las prácticas
de enseñanza facilita herramientas a los ciudadanos para participar en el mundo en el que viven, transformarlo y transformarse en él.
Estas prácticas varían (o deberían variar) en su intencionalidad, contenido y modalidad de acuerdo al contexto histórico social en el que
se inscriben.
Hoy es una preocupación a la vez que un desafío, atendiendo a las demandas de una sociedad con características particulares, incluir entre estas prácticas pedagógicas, aquellas que tienen por propósito la formación ética y ciudadana de nuestros alumnos.
Por eso, el presente artículo pretende fundamentar una propuesta de enseñanza sobre una temática que corresponde a “Ética” dentro
de “Construcción de Ciudadanía”, así como aproximar conceptos posibles de abordar y líneas orientadoras para su desarrollo.
El presente artículo pretende ayudar a reflexionar sobre las potencialidades del uso de las narraciones y los cuentos en la clase de Historia.
Ha sido difícil su construcción en cuanto se ha investigado poco –o he encontrado poco material– sobre el beneficio de la narración de ficción con rigor histórico en la escuela.
Kieran Egan y sus colaboradores han trabajado sobre la fantasía y la imaginación, y el papel que las narraciones cumplen en su estímulo.
Pero no se han focalizado en el caso concreto de la Historia. Por eso, la pretensión del artículo es iniciar la reflexión y un pensar en conjunto sobre las posibilidades que los cuentos ofrecen para acercar el estudio crítico del pasado en el aula.
El artículo comienza enmarcando teóricamente el uso de las narraciones, primero como una forma de comprensión de las Ciencias Sociales para luego focalizarse específicamente en la Historia. Al final se exponen los aportes de diferentes teóricos sobre las ventajas del uso de los relatos en el aula de Ciencias Sociales, y se presenta un ejemplo de actividad, con un cuento de creación personal, para estudiar las características de la Primera Guerra Mundial.
La Primera Guerra Mundial, conocida como la Gran Guerra por sus contemporáneos, significó simbólicamente el trasiego de un siglo a otro. La conflagración mundial hirió de muerte al “largo siglo xix”, al decir del historiador inglés Eric Hobsbawm, y sirvió como puente de transición hacia un mundo moderno, dominado por potencias no europeas. Pero además cambió para siempre el significado de la guerra, incorporó nuevas víctimas, redimensionó las consecuencias y demostró que la racionalidad, tan cara al pensamiento ilustrado y moderno, bien podía conducir al progreso infinito, bien a la destrucción masiva y completa de la humanidad, dejando en evidencia la crudeza y crueldad del género humano.
En este artículo propone abordar el contenido de la Guerra Mundial atendiendo: el estudio de un concepto específico y sus atributos –como lo es el concepto de “Guerra Total”–, el análisis de un fenómeno multicausal, el uso de imágenes como fuentes primarias, y la voz de los disidentes que se animaron a protestar
contra la guerra. El objetivo siempre es trabajar la Historia como una disciplina interpretativa, que pretende comprender el mundo en el que se desarrolló la Guerra Mundial, sin juzgarlo desde los parámetros del presente.
Al final del artículo hay un pequeño apartado donde se realiza una muy breve recomendación sobre cuatro sitios web europeos, con propuestas didácticas, imágenes y artículos interesantes para trabajar en la escuela.
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