En esta compleja tarea de “enseñar a leer y escribir” en sexto grado, los docentes tenemos una gran cuota de responsabilidad no solo porque debemos “preparar” a nuestros niños para que adquieran la tan ansiada “competencia lingüística”, sino porque cada uno de ellos debe hacer propias las estrategias discursivas en función
de sus potencialidades. A esta tarea estamos abocados, siempre desde la firme convicción de que todos los niños son capaces de adquirir mayores dominios en las habilidades de leer y escribir.
Las prácticas de escritura que inciden fuertemente sobre nuestros alumnos son aquellas que se sistematizan con rigurosidad y se construyen desde la revisión colectiva. Aquí nuestro rol de enseñantes de la Lengua toma un valor preponderante. Al mediar, nos toca también una fuerte tarea de enseñar.
Cuando recibimos a los niños de sexto grado en nuestras aulas, asumimos la responsabilidad de que necesariamente deben incursionar en todas y cada una de las tipologías textuales. Y es en este grado cuando se hace imprescindible explicitar las características de los textos explicativos y argumentativos, debido a que serán los que ellos manejarán en su futura formación académica.
En este proceso de desarrollar prácticas de lectura y escritura con mis niños, y como maestro de Tiempo Completo, las formadoras del “Curso de Apoyo a la calidad del egreso escolar” nos solicitaron que propusiésemos una actividad de escritura de un texto explicativo y que, en función del mismo, tomásemos las inadecuaciones textuales más destacadas de un texto que fuera representativo del grupo. A partir de estas inadecuaciones debíamos proponer una instancia de intervención docente
para paliar las mismas.
La producción textual seleccionada se enmarca dentro de una secuencia de abordaje del texto explicativo que el grupo ha venido trabajando desde hace un tiempo.
Creo que es importante destacar que el grupo se ha ido acostumbrando poco a poco a relacionar la lectura con la escritura, en tanto la presentación de textos modélicos y la definición de sus características les permitieron avanzar en la elaboración de textos propios.
El proyecto “Creación de una novela de misterio” se llevó a cabo en dos grupos de quinto grado, mediante la modalidad de talleres.
Surgió a partir de los resultados obtenidos en la evaluación diagnóstica en el área de Lengua, en relación a la producción escrita.
A partir de la lectura recreativa, la novela de la escritora uruguaya Gabriela Armand Ugon, titulada Martín y el misterio de la escuela 1029; y aprovechando el interés y la expectativa que les provocaba la lectura de cada capítulo, se les propuso crear, entre todos, una novela similar, en la que ellos imaginaran un suceso misterioso, intrigante, capaz de atrapar a los lectores.
La lengua es una vía de conocimiento del mundo, por lo tanto es innegable su carácter instrumental. Desde el enfoque comunicativo se puede afirmar que es un instrumento de uso. Desde esta perspectiva son importantes dos conceptos que deben ser tenidos en cuenta en una clase de lengua: la acción y la interacción.
El alumno debe ser un hablante competente; por eso, el docente debe trabajar a fondo en las competencias lingüística, textual, discursiva, pragmática y cultural, todas ellas integrantes de la competencia comunicativa.
Se deben brindar variadas oportunidades de hablar y escuchar a distintas audiencias y con distintos propósitos, creando estrategias de intervención didáctica de la lengua oral. Es muy importante no olvidar que no es suficiente con “dejar hablar” a los niños, sino que la oralidad debe ser objeto de enseñanza. Así es como en Sexto grado, ante la oportunidad de anotarse en las Colonias de Vacaciones, se manifiesta la necesidad de trabajar el discurso argumentativo. Se inicia la secuencia desde la oralidad para luego proyectar lo trabajado en el discurso escrito. Se trabaja la ORALIDAD COMO OBJETO DE ENSEÑANZA. Dicha enseñanza se focaliza en los siguientes aspectos: elementos paralingüísticos (intensidad y velocidad, dicción, tono
de voz y las pausas, gestos, miradas y posturas), argumentos pertinentes y no pertinentes al tema, serie de argumentos, verbos de opinión.
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