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En una escuela de categoría APRENDER de Montevideo se trabajó en dupla pedagógica, relacionando los extremos del primer ciclo escolar, Nivel
Inicial Tres años y Primaria tercer grado. 
Esta dupla docente entiende que se puede trabajar en conjunto con niños de diferentes edades para potenciar la enseñanza y desarrollar aprendizajes
significativos, ampliando las vivencias de los alumnos desde un trabajo conjunto, haciendo uso de una metodología en común.
Los antecedentes de la propuesta se pueden agrupar en tres niveles: institucional, docente y áulico.
A nivel institucional
► El diagnóstico institucional mostró que el Área del Conocimiento de la Naturaleza era poco frecuentada y, por lo tanto, los resultados en la evaluación de saberes eran descendidos.
► Se diseñó un Proyecto PODES 1: “Investigarte” donde, a nivel del colectivo, se establecieron actividades desde Biología, Química y Física.
-PODES (Proyecto Oportunidad Desarrollo Educativo Social)-
A nivel docente
► La dupla ya venía trabajando en un proyecto común de conocimiento artístico, por lo que conocía el formato de enseñanza: cada grupo proponía
un proyecto áulico que implicaba un trabajo en conjunto: Nivel Inicial Tres años – “Movimientos: experiencias corporales”; Tercer grado – “Amigos
de la Tierra”. 
A nivel áulico
Cada grupo, dentro de las particularidades de la franja etaria, observó que había puntos en común.
► Debilidades: ambos grupos manifestaban poco interés por observar, no se generaban preguntas, por lo que no surgía la necesidad de buscar
respuestas a los fenómenos cotidianos.
► Fortalezas: los niños se mostraban curiosos, con ganas de cuidar y preservar el entorno y los seres que lo habitan.
Para propiciar cambios en la situación, se resolvió proponerles a los alumnos el Proyecto de articulación “Juntos exploramos la naturaleza”.

Publicado en Revista 163

Desde hace largo tiempo, la temática de la lectura y de la escritura ha dejado de ser un asunto exclusivo del Área del Conocimiento de Lenguas.
La revista QUEHACER EDUCATIVO se ha preocupado y ocupado por aportar marco teórico para propiciar la reflexión sobre el tema. Ha brindado sus
páginas a diversos investigadores y a docentes, quienes expusieron experiencias prácticas en las que, a la vez que enseñaban sobre un fenómeno
o una situación de la realidad social, convertían en contenido de enseñanza y de aprendizaje a la lectura y a la escritura en la especificidad del área.
En este artículo se abordarán la lectura y la escritura como prácticas sociales y se presentarán algunas propuestas de escritura entendidas como invitaciones a escribir a partir de consignas significativas o auténticas.
Las líneas teóricas para sustentar las decisiones que aquí se asumen se toman de varios autores, las más representativas corresponden a las investigadoras argentinas Beatriz Aisenberg, Rebeca Anijovich y Analía Reale.
Las propuestas prácticas que se compartirán son del Área del Conocimiento Social –en particular de Geografía– e intentarán vincular los contenidos presentes en el programa escolar vigente (ANEP. CEP, 2009) con los perfiles de egreso del Documento Base de Análisis Curricular (ANEP. CEIP, 2016).

Publicado en Revista 163

Aprender Ciencias Naturales ofrece simultáneamente la posibilidad de aprender prácticas de lectura propias de estas situaciones de estudio. Es decir, podemos abordar las prácticas de lectura como una herramienta para aprender Ciencias Naturales, pero también para tratarla como objeto de enseñanza en sí mismo y, en el marco de esta secuencia, abordar prácticas específicas con medios digitales y con entornos virtuales.
«Leer es una herramienta fundamental –no excluyente– para aprender contenidos de cualquier área. Además, durante toda la escolaridad, es objeto
de enseñanza porque es en la escuela donde se enseña a leer. Por eso se sostiene que la lectura es a la vez objeto de enseñanza y herramienta
de aprendizaje en Ciencias Sociales y Naturales.» (Lerner, Aisenberg y Espinoza, 2008 apud Castedo, 2018)
Atento a lo expresado, el equipo de Ciencias Naturales de la revista se propuso:
a) Abordar el tema trabajando en primer lugar con y sobre las ideas que los niños y niñas tenían acerca de la COVID-19.
b) Diseñar actividades de intervención que potenciaran avances desde el punto de vista conceptual y procedimental, este último con referencia a
la lectura en ciencias.
c) Dar cuenta de dichos avances.

Publicado en Revista 163

En junio de 1999, la revista española Cuadernos de Pedagogía propuso un monográfico referido a la enseñanza de las ciencias. Aureli Caamaño Ros
abrió la propuesta a manera de introducción del monográfico con un artículo que tituló “Enseñanza de las Ciencias en el umbral del año 2000”. En esa
introducción al monográfico se establecía que esa década (la de los noventa) había sido prolífica en investigación didáctica, en cambios curriculares y en la producción de recursos educativos. Sin embargo, decía Caamaño Ros (1999:42), «el día a día en las aulas dista mucho de reflejar una situación de progreso ». Los demás artículos presentaron un encare diferente, miraron hacia adelante marcando por dónde iban las tendencias y en qué habría que poner foco en busca de la mejora.
Cuando releemos el material sentimos la sensación de que la llegada del año 2000 daba lugar a esperar cambios importantes. Cada lector podrá
realizar sus reflexiones respecto a qué ha pasado en nuestras aulas con referencia a la enseñanza y al aprendizaje de las Ciencias Naturales en este tiempo. 

Entre los artículos de ese monográfico se presenta uno que se relaciona directamente con el tema que nos convoca: “Hablar y escribir. Una condición
necesaria para aprender ciencias”. Lo escribieron Neus Sanmartí, Mercé Izquierdo y Pilar García, tres docentes miembros del departamento de Didáctica de la Matemática y de las Ciencias Experimentales de la Universidad Autónoma de Barcelona. Se trata de docentes que han sido y son referentes en el área en nuestro país.
El comienzo del artículo del mencionado monográfico dice: «El reto actual de la clase de Ciencias no es tanto transmitir información como enseñar a utilizarla, a establecer relaciones entre informaciones aparentemente dispares y, muy especialmente, a comunicar nuestras ideas e interpretar las expresadas por los demás. Este artículo sostiene la idea de que enseñar a hablar y escribir ciencia ha de ser uno de los objetivos prioritarios de las
clases, para que muchas más personas accedan a esta forma de conocimiento.» (Sanmartí, Izquierdo y García, 1999:54)

La temática de la lectura y de la escritura en las diferentes disciplinas está en la agenda actual de las didácticas disciplinares, entre otros aspectos
porque ha quedado claro que cada disciplina tiene una sintaxis que le es propia. Aprender los contenidos de las disciplinas escolares requiere del conocimiento de esa sintaxis y de las características de su vocabulario.

Publicado en Revista 163

Este proyecto forma parte de una serie de trabajos vinculados al Seminario Específico “Bibliotecas de escuela, de aula y virtuales”, perteneciente a la Especialización en Escritura y Alfabetización del Programa de Posgrado en Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de la Plata en convenio con el CEIP (2019-2020).

El niño lee el mundo buscando sentidos de forma permanente desde que nace, puede ser un lector oral, un intérprete de lo que escucha, de lo que ve... explora el mundo y lo va relacionando con sus experiencias pasadas, con lo que ya conoce... En este sentido lee desde mucho antes de entrar a la escuela, pero aun así la escuela es la gran ocasión de “igualar oportunidades”, de generar instancias, momentos para que la lectura tenga lugar, garantizar las condiciones y el acompañamiento necesario en esa expedición de exploración.
Montes (2006) refiere a la escuela como generadora de un espacio y un tiempo especiales, que propician el ingreso del niño al mundo de la lectura. El
maestro crea y habilita ese espacio, esa gran oportunidad para que la lectura tenga lugar. La escuela es “la gran ocasión”, es la que estimula, acompaña y guía al niño en su lectura del mundo que lo rodea.
Esa construcción de significado es muy personal, pero requiere de un mediador. 
El maestro es quien aquí oficia de bibliotecario, de facilitador, es quien ayuda a entretejer e incorporar nuevos textos.
No se trata de consumir lectura, sino de producir lectura, ayudar a construir la trama y la urdimbre de ese tapiz que fue elaborado con la suma de las
hebras de los textos de los que se fue apropiando. 
Es aquí donde la biblioteca cobra importancia. El tapiz, como lo llama Montes (ibid.), es la biblioteca mental de cada persona. Contar o disponer de una biblioteca (escolar, de aula o virtual como la que poseemos en Uruguay a través del plan Ceibal) amplia, rica, variada, ordenada por algún criterio que el niño domine, ayuda sin lugar a dudas a tejer ese tapiz, a relacionar una historia con otra, a reconocer autores, a descubrir otros géneros literarios...

Publicado en Revista 163
Miércoles, 25 Enero 2023 11:58

Damián ya es "uno más"

La escuela infantil es un centro educativo que escolariza niños de edades tempranas y, por tanto, es uno de los lugares en los que habitualmente se
suelen detectar las dificultades y los detenimientos que indican alguna problemática en la adecuada evolución de los niños. La consulta del pediatra es
otro de ellos. 
A veces, los maestros observamos que alguno de nuestros alumnos no logra adaptarse a la escuela, o seguir el ritmo de sus compañeros de edad,
tanto sea en el aprendizaje como en las relaciones con los demás, en la tolerancia a la frustración, en los hábitos cotidianos: comida, sueño, control de esfínteres... O bien vemos que tiene comportamientos que no son acordes a su edad, o que le originan malestar y sufrimiento: miedos excesivos, conductas agresivas, movimientos desmedidos, pasividades, ausencias, apatía, tristeza, regresiones...
En estos casos convendría dedicar un tiempo a realizar una observación más exhaustiva, anotar lo observado, pedir opinión a otros maestros del
centro... También sería bueno hacer una entrevista con los padres del niño para recoger información y contrastar las miradas sobre lo que el niño hace en casa y en la escuela, intentando, si es que se pudiera, formular alguna hipótesis útil sobre las dificultades que existen, sus posibles causas y la manera de abordarlas de cara a su resolución.

Después se desplegarían las estrategias que presumiblemente contribuirían a ayudar al niño a salir de su problemática, se daría un margen de
tiempo y se haría un seguimiento para ver si se alcanzan o no los resultados pretendidos. Al notar el niño el interés y la demanda conjuntos de sus
padres y sus maestros, además de algunos cambios de actitud que se desprenden de la toma de conciencia de las dificultades del niño, puede ser
que haya mejoras. Sin embargo, a veces no es así. Y entonces, es ante el no saber qué le pasa al niño, o cómo ayudarlo, cuando se plantea hacer una derivación a un especialista.

Publicado en Revista 162

El presente artículo describe un proyecto de trabajo en Educación Común. La experiencia que se narra se llevó adelante con un grupo de niños
de los sextos grados. La investigación se desarrolló en modalidad de Club de Ciencias, y se trabajó acerca del impacto de la desindustrialización en
nuestra ciudad. Es por esta razón que se partió de la observación directa y la percepción del alumnado, para plantear la pregunta investigable que fue
el punto de inicio y de retroalimentación durante todo el proceso. 
El trabajo consistió en la investigación sobre la influencia que tuvo el cierre de las industrias que dieron origen a la villa, al pueblo y finalmente a la ciudad de Juan Lacaze en el departamento de Colonia.

Las industrias textil y papelera formaron parte por años de la idiosincrasia y las costumbres locales; forjaron la identidad de la ciudad como única e incomparable respecto a otras del departamento. Generaciones enteras de familias, que aseguraban su sustento a partir del empleo y de la seguridad que estas industrias brindaban, en el año 2017 debieron enfrentarse al cierre definitivo de ambas. A partir de allí se comenzaron a suscitar cambios sociales ampliamente visibles en toda la población.

La investigación incluyó un marco de referencia en el que se pudo observar el contexto y los antecedentes de la problemática tratada, tomando en cuenta los aspectos sociales, económicos y emocionales a la hora de formular las hipótesis.
La metodología utilizada fue sobre la base de encuestas, entrevistas, visitas, observación. Se analizó una muestra de setenta y seis personas que respondieron a la encuesta y brindaron testimonios de vida respecto al tema

Publicado en Revista 162

Esta secuencia se realizó en el marco de la formación continua, las maestras trabajaron en acompañamiento con la directora Susana Fernández y la formadora Margarita Presno.

En el marco de la formación continua, las docentes plantearon trabajar con la Fiesta del Chocolate, evento que en la ciudad se volvió un suceso relacionado a la cultura de la zona.
Si bien el chocolate –en realidad, el cacao– es de origen americano, a este departamento llega de la mano de inmigrantes suizos que tradicionalmente
elaboran chocolate, y son famosos y reconocidos por dicha actividad.
Debido a la pandemia instalada en la región, en el año 2020 se suspendió la original Fiesta del Chocolate, dejando así al pueblo sin el evento que
año a año los convoca y les aporta tanto como comunidad.
Por todo esto, las docentes pensaron trabajar este evento, estudiar la Fiesta del Chocolate desde las Ciencias Sociales, desnaturalizándola y observándola como un fenómeno social que permitía analizar y comprender parte de su cultura y de su realidad, teniéndola presente de otra manera en este año tan particular.
Por supuesto que nada de lo que se trabaja en la escuela debe quedar librado al azar. Por lo tanto, esta secuencia es pensada desde lo particular y desde lo general, y mientras se trabaja el tema también se atienden todos aquellos aspectos que ayudan a desarrollar las maneras de pensar la realidad social con una perspectiva disciplinar.
Para esto, los docentes deben tener presentes ciertos aspectos para asegurar lo planteado anteriormente, un marco teórico referencial que fundamente las decisiones que se toman en la elaboración de las actividades y de la secuencia en su totalidad.

Si bien el tema abordado en esta secuencia didáctica no está directamente presente en el currículo escolar uruguayo hasta cuarto grado, se piensa que la edad del alumnado y el evento permitían abordarlo sin mayor inconveniente en la medida en que, enmarcado en contexto y atendiendo los intereses, le aporta al niño grandes posibilidades de conocimiento y reconocimiento.

 

Publicado en Revista 162

En este artículo se comparten algunas reflexiones sobre la complejidad de abordar contenidos de Historia en la escuela primaria a través de situaciones que se conviertan en problemas. ¿Existe la posibilidad de llegar a enseñar realmente la disciplina sin perdernos en contenidos patrióticos, fechas u otros datos que no contribuyen a formar la conciencia histórica en nuestros alumnos?
Estas dudas algunas veces los llevan a mostrar cierto temor por una disciplina que les resulta aburrida o memorística. Es por eso que en mi recorrido como profesora y maestra de práctica comencé a buscar otras formas de plantear las clases. Recordemos que los maestros de práctica tenemos la doble función de planificar para orientar al alumno practicante y también al niño (a lo que en estos tiempos se agrega la necesidad de contemplar la virtualidad).

Publicado en Revista 162

Proyecto marco de lo expuesto en este artículo: “El agua como derecho humano, nexo de nuestro pasado y presente”.

Participantes: Beatriz Costa, Alfonso Machado, Sofía Paullier, Claudia Simon, Andrea Tommasino, Andrés Pereira, Juan Carlos Rodríguez y Laura Brum. Responsable: Daniel Conde.

El objetivo de este trabajo es presentar una experiencia de extensión universitaria, llevada a cabo en equipo por un grupo de docentes de la Universidad de la República, estudiantes de la Escuela de Artes y Artesanías (CETP-UTU) y las comunidades de una escuela del balneario Solís y una escuela rural de Solís Grande, ambas en Maldonado, con el fin de compartir y motivar el trabajo en torno al agua, los ecosistemas de los que forma parte y sus usos humanos.

El proyecto fue desarrollado entre marzo y noviembre de 2018 y su tema central era el derecho humano al agua, el cual fue abordado desde la integración de diferentes temáticas incluidas en el programa escolar vigente. Se trabajó con los ecosistemas acuáticos de agua dulce y con la historia arqueológica de la zona asociada a ellos, específicamente con la cerámica indígena. 
A partir de la integración de estos conocimientos, la experiencia se centró en el derecho humano al agua y al saneamiento. En este artículo presentaremos las actividades desarrolladas con el fin de conocer y valorar los ecosistemas de costa, monte ribereño, humedal y el río mismo desde su dimensión biológica, así como su integración al contexto de la normativa nacional en cuanto el agua como derecho humano, plasmado en la Constitución de la República en su artículo 47.

Publicado en Revista 161
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