En estas páginas, con la intención de compartir la experiencia transitada en distintos espacios de trabajo, volveremos sobre ciertos aspectos de la tarea de enseñar que seguramente no son nuevos, pero sí centrales para hacer una relectura de las prácticas habituales y reinventar así nuestras propuestas para promover mejores aprendizajes. En la búsqueda de reconstruir para nuestros alumnos el sentido de los conocimientos matemáticos que van aprendiendo, nos ha inquietado delinear una estrategia que nos permita ir generando con ellos una red de relaciones entre las nociones que van aprendiendo y entre distintos aspectos de cada una de ellas.
Para este propósito, el diseño de secuencias con unidad de sentido que incluyan actividades que vayan contemplando algunos de los aspectos que señalaremos a continuación, y con ciertos elementos fijos: con recuperación de lo conocido, con autoevaluación de los alumnos y evaluación del recorrido, nos va resultando una herramienta potente.
En el año 2015, el Equipo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias Naturales, bajo la tutoría de la Doctoranda María Dibarboure, se propuso reflexionar sobre la Química y su enseñanza para luego seleccionar un aspecto relevante a investigar.
El proceso comienza con la lectura de artículos de distintos autores a los efectos de definir el marco de la Química como disciplina. ¿Qué se pregunta? ¿Qué estudia? ¿Cuál es la metodología que utiliza para producir su conocimiento? ¿Cuál es su territorio epistemológico? ¿Qué ha pasado con el tiempo, mantiene sus interrogantes? ¿Promueve otras?
La Química se ocupa de la materia en su generalidad –materiales, sustancias, elementos y compuestos, tanto naturales como sintéticos– sus interacciones y transformaciones. Hace una mirada macro a las propiedades, identifica y estudia comportamiento. También propone “modelos de” para una mirada micro que permita, en principio, explicar las propiedades macroscópicas. Se trata de una disciplina que se define experimental. Busca evidencias que posibilitan la construcción de ideas, modelos, teorías.
El grupo selecciona el modelo corpuscular como contenido de enseñanza y se pregunta: ¿qué modelo corpuscular de la materia enseñar?, ¿qué criterios usar para los diferentes niveles?, ¿el mismo en toda la escolaridad?, ¿por qué razones?
El planteo que el equipo viene trabajando desde hace años con la convicción sobre la importancia de desarrollar, desde el comienzo de la escolaridad, una actitud de modelización por razones epistemológicas, pero también por los desarrollos cognitivos que los modelos pueden promover.
Desde el lunes 16 de marzo, las clases presenciales fueron suspendidas. Todos los docentes dimos inicio a un proceso de adaptación de nuestra forma de ser docentes de modo presencial a una modalidad a la distancia, y comenzamos así otro tipo de intercambios porque las instituciones permanecieron cerradas para el ingreso del alumnado.
Nos pareció muy importante dejar registro de las experiencias que las maestras estaban llevando adelante en las diferentes escuelas de nuestro país, escuelas urbanas y rurales, escuelas de tiempo completo, de tiempo extendido, escuelas APRENDER. Documentar es valioso para dar visibilidad a los procesos, como instrumento favorecedor y provocador de reflexiones, y para compartir experiencias, «para que esas formas de interpretación del mundo escolar sean puestas en escritura, indagación, deliberación y cambio» (Suárez y Metzdorff, 2018:50).
Escribir para dejar memoria y dejar huella, para no olvidar. Esto significa poner en palabras para organizar la experiencia y, en ese mismo proceso, tomar distancia, reflexionar sobre ella y conectar con otras cosas. Otras cosas... otras experiencias, otras lecturas.
Con tal fin les propusimos algunas preguntas a las maestras para que en sus respuestas pudiesen mostrar sus realidades y cómo las estaban transitando, con las posibilidades y dificultades que encontraban en ese camino. Como plantean Carretero y Atorresi (2004):«La modalidad narrativa también orienta emotivamente la comprensión de los sucesos. Se trata, por tanto, de un dispositivo de constitución de la subjetividad, en el que lo emotivo y lo cognitivo se interrelacionan» (apud Anijovich y Cappelletti, 2019:42).
Artículo de: Leticia Albisu, Patricia Orlando
EL CEREBRO LECTOR. Últimas noticias de las neurociencias sobre la lectura, la enseñanza, el aprendizaje y la dislexia.
DEHAENE, Stanislas (2014). Buenos Aires: Siglo XXI editores. Colección Ciencia que ladra... Serie mayor.
Cuando comenzamos a contar una historia, ubicamos generalmente a los protagonistas en un escenario. En este relato, las escenas se desarrollan
en una clase de cinco años de una escuela A.PR.EN.D.E.R., y los niños son sus personajes principales. Los otros actores, a los que denominamos tutores o acompañantes, son los niños de clases superiores dispuestos a enseñar a los “más chiquitos” de su escuela.
Esta experiencia surge por el interés que demostraron mis alumnos en el uso de las XO. La mayoría de ellos tienen hermanos mayores que
les prestan las computadoras en la casa para jugar o para buscar información.
En alguna ocasión, los alumnos de clases superiores fueron “distribuidos” en los diferentes salones. Cuando esto sucedió en mi clase, les pedí que fuesen “tutores” de los talleres, jugando y colaborando con los niños, muchas veces con las XO. Esta práctica que comenzó como espontánea, se convirtió en un proyecto de aprendizaje entre ellos, los alumnos de sexto grado y los grupos de Inicial cinco años.
Las secuencias didácticas se planificaron con la inclusión de los diferentes programas de las XO. A partir de esta experiencia, algunos de los aprendizajes comenzaron a fluir a otro ritmo.
Sabemos que es necesario desterrar la idea entre los docentes, en la sociedad, de que los alumnos aprenden a leer en el primer año del ciclo escolar. No es así. Es muy importante el papel del docente como modelo experto, y el reconocimiento de que hay que enseñar a leer a lo largo de toda la escolaridad y en todos los modelos textuales.
El docente debe realizar actividades de demostración, actividades en colaboración con los alumnos, para que luego ellos puedan realizar actividades autónomas o independientes. Esto debe realizarse en un contexto significativo, en un tiempo específico y organizado en secuencias donde se habiliten situaciones de metarreflexión, donde se hable de las estrategias que el docente fue proponiendo y se confronte con las estrategias que cada alumno utiliza para comprender el texto.
Ponerles nombre, poderlas verbalizar, nos sitúa en el ámbito de la enseñanza de la lengua. En el tratamiento de la lengua como disciplina de estudio.
«Los problemas constituyen la fuerza motriz de las matemáticas. Se considera un buen problema aquel cuya resolución, en vez de limitarse a poner orden en lo que no era sino un callejón sin salida, abre ante nosotros unas perspectivas totalmentenuevas.» (Stewart, 2005:16)
Antes de continuar la lectura le pido, estimado lector, que se olvide del título del artículo.
Resulta que anunciar de qué va el problema que voy a analizar, es como empezar por el final de la película. Y si usted tiene un amigo que cuando
comparte la salida al cine va adelantando lo que va a suceder... pues termina la amistad. Así que nuevamente le pido que ignore que hablaremos
de divisibilidad (y me perdone de anunciarlo).
En clase, cuando proponemos problemas a nuestros alumnos y preguntan: “¿Qué título ponemos?”, habría que mirarlos con cara de yono-fui para responderles: “El título lo ponemos al final”. Es que si el encabezado anuncia, sugiere o induce a sospecha sobre cuál es la herramienta que solucionará el problema, es preferible obviarlo totalmente. El centro de la historia no está en la introducción, ni en el desenlace, está en las relaciones que se establecen a partir de la situación original y de la lógica del problema, que hacen que el final sea inevitable.
Este problema lo he propuesto en muchas oportunidades y a diferentes grupos: futuros profesores de Matemática, maestros en ejercicio, formadores del área de Matemática, estudiantes de Secundaria y de Primaria. Los alumnos de sexto grado de primaria y de primer año de liceo han disfrutado particularmente del desafío, poniendo todo su ingenio al servicio de responder la pregunta. En el resto de los contextos intuyen más rápido de qué va el problema, y el entusiasmo ante las relaciones que a partir de él se pueden establecer, disminuye.
En este artículo quiero compartir un análisis del problema, un relato de mi experiencia al proponerlo y reflexiones sobre cómo llevarlo adelante en nuestras clases. También esbozaré algunos de los vínculos que pueden establecerse para plantearlos en preguntas que motiven al grupo a seguir aprendiendo más sobre el tema. La versión que he propuesto últimamente es adaptada de una formulación que hace Bentancor Biagas (2013).
El juego ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad, y ha sido y es generador de cultura, de pautas y normas culturales
que se instalan en la sociedad y tiñen todas sus capas y estratos. De esta forma podemos entender que el juego reproduce las pautas culturales
vigentes impuestas por la cultura dominante, las reafirma; y a través de él podemos hacer una lectura de la sociedad y sus instituciones, de sus
vínculos, de sus formas de comunicación, de sus espacios de convivencia y de violencia.
Sin embargo, también a lo largo de la historia podemos encontrarnos con episodios que nos relatan y delatan otra faceta del juego, aquella
que lo coloca en la posibilidad de haber sido refugio de experiencias que amenazaban con cuestionar el orden establecido, como Las Fiestas
de Locos en la Edad Media.
Desde esta óptica, el juego aparece como un posible dinamizador de la cultura y como un portador de nuevas pautas culturales, que anuncia
la posibilidad de formas sociales distintas.
Si admitimos que esto es así, entonces consideramos oportuno plantear que esta “doble condición” del juego, esta doble posibilidad, implícita
en su esencia, de convertirse en reproductor de las pautas culturales vigentes y, a la vez, de ser portador de nuevas y distintas formas de
vínculo social, nos obliga a pensar en qué tipo de propuestas lúdicas consideramos los docentes que es necesario plantear para construir una
sociedad distinta, que conserve lo saludable y construya nuevos vínculos más solidarios y cooperativos.
La Federación Uruguaya de Magisterio, a través de su Revista Quehacer Educativo, realiza una vez más, aportes para los compañeros concursantes.
En este caso, serán relacionados al Concurso de Oposición para Maestros de Educación Común e Inicial, correspondientes al bienio 2020-2021.
Los videos que se comparten, son el aporte valioso y desinteresado de compañeros de todo el país.
Para acceder a los mismos, se debe cliquear el enlace que aparece a continuación o bien suscribirse al canal de youtube del Quehacer Educativo: https://www.youtube.com/channel/UClMxy_hJHEmxz-gtWg2NSkw/
Opción Común:
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Ciencias de la Educación: Pedagogía, Tema 1: Aportes de la Pedagogía Nacional en la construcción de la Escuela Pública actual. Mtra. V. Díaz. Acceso: https://youtu.be/n40U7HL59Kc
Ciencias de la Educación: Pedagogía, Tema 2: El derecho a la educación como derecho humano. Políticas que lo garantizan. Mtra. V. Díaz. Acceso: https://youtu.be/7W4lQ2iZ4Ts
Opción Inicial:
Didáctica - Tema 2: La ambientación: su incidencia en los aprendizajes desde el rol del enseñante. Mtra. Marjorie Silveira. Acceso: https://youtu.be/zCdtb_YXHYE
Didáctica - Tema 6: El juego como estrategia mediadora para la enseñanza de la geometría. Mtra. S. Paredes. Acceso: https://youtu.be/Bx38rrsLtfs
Se continuarán subiendo más aportes periódicamente.
COMPROMISO DOCENTE!!!!
Taller de actualización de la enseñanza de la lengua : lectura y escritura, a cargo de Eduardo Dotti y Olga Belocón.
El sábado 31 de agosto, se realizó el encuentro en la Filial Rosario.
Quehacer Educativo apoyando la formación de los cientos de Maestras y Maestros que se actualizan.
QUEHACER EDUCATIVO -FUM-TEP/ PIT - CNT
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