La intención de las investigaciones realizadas por las autoras fue describir y comprender las prácticas de enseñanza y sus sustentos teóricos en las instituciones de educación básica, en lo referido a la lectura y escritura. Se buscó entender la posible correlación entre los discursos teóricos de la enseñanza de la lectura y la producción escolar, producto de la tensión siempre vigente entre la teoría y la práctica docente.
Antes de comenzar las investigaciones dentro de las instituciones escolares, sentían el apremio de los resultados de las pruebas nacionales e internacionales, destinadas a medir competencias en lectura y escritura entre la población estudiantil de nuestro país. Los informes anuales de seguimiento de la iniciativa mundial de “Educación para Todos” de la UNESCO, junto con otros resultados, dejaban de manifiesto que no se estaban logrando los avances esperados en términos estadísticos,
sociales, pedagógicos y de contenidos.
Comenzaron así a trabajar, convencidas de que la mejora de la enseñanza y del aprendizaje de la lectura y de la escritura necesita de continuas investigaciones para pensar, comprender e interpretar la realidad educativa.
Se dice que escribir es un proceso, que tiene diferentes momentos: planificar-escribir- reparar. Todos los autores hablan de diversas etapas. Lo que sucede es que a veces se evalúa o mira el producto final y no se considera lo que sucedió antes de esa producción, o cómo llegó el niño a ese texto.
En la enseñanza de la lengua es bueno repensar la idea de proceso, y considerar su importancia a la hora de evaluar.
Pensar en la enseñanza de la lectura para aprender como un proceso, no es una tarea sencilla y requiere que los docentes enseñen a leer de forma explícita en todas las áreas y disciplinas, y a lo largo de toda la escolaridad, explicitando el proceso, siempre desde una doble agenda: desde lo lingüístico y desde la disciplina o ciencia que pretendemos enseñar.
Parte de este artículo fue publicado en: ROSTAN, Elina (comp.) (2011): Enseñanza de las Ciencias Sociales II. Conceptos y gestión de las fuentes de información. Montevideo: Ed. Camus.
La explicitación y puesta en práctica de la “indagación” como forma de construcción de conocimiento social resulta un contenido fundamental en la enseñanza de las Ciencias Sociales.
El área de Ciencias Sociales en el ámbito de enseñanza se caracteriza no solamente por cierta información y conceptos que estructuran el sentido de dicha información, sino que también la modalidad de construcción de este conocimiento específico resulta un aspecto central. Es decir que es necesario entender que la forma como se produce el conocimiento a enseñar es también un contenido.
La búsqueda de información, la realización de inferencias, el establecimiento de diferencias entre las descripción y explicación, la reflexión sobre la lectura e interpretación de la fuente, son momentos que permiten acercar a los alumnos a la producción y al relativismo del conocimiento social.
Se aportan situaciones que implican trabajar con los alumnos desde una perspectiva de metaconocimiento. Esto significa preguntarse, por ejemplo, qué información tendremos que buscar, para qué, cuál será relevante de registrar, qué preguntas nos quedan sin contestar, qué otras fuentes podrán contestarlas. Así, la información que se maneja en clase no aparece como algo “arbitrario” proporcionado por el docente, sino que es posible darle un sentido en relación a la búsqueda de respuestas y evidencias para el problema planteado. Esto también permite involucrar al alumno en cómo
se produce la construcción de conocimiento y cómo la búsqueda de información tiene como objetivo explicar y comprender el tema o problema planteado.
¿Trabajar con fábulas en el siglo XXl? ¿Utilizar la lectura como un medio para moralizar? Este proyecto de trabajo en tercer año, es de carácter anual y muestra la secuencia de actividades en la que como producto final se elaborará un libro de fábulas ilustradas.
Propuesta llevada a cabo en sexto año, ante la dificultades que presentan los niños en el abordaje de textos explicativos. ¿El problema es de los niños, por que "ya no leen"?, o ¿no les interesa la lectura de los textos?, o ¿es que en realidad no están adecuadamente preparados para enfrentarse a textos de este tipo? Debido a estas inquietudes es que se plantea esta actividad, permitiéndole a los niños acercarse a los textos y "entrar en ellos", para progresivamente convertirse en lectores expertos de textos de Ciencias Sociales.
Existe una marcada controversia en relación al sentido de la lectura en el momento de organizar las propuestas de enseñanza en el área de las ciencias naturales. ¿Qué justifica leer en ciencias? ¿Se entiende la lectura como un procedimiento propio de la metodología científica? ¿Por qué no se comprende el contenido de los textos de estudio? ¿Se conocen las características de estos textos? ¿Se entiende que dentro de esas características algunas se vuelven obstáculos que dificultan el proceso inferencial? Cuestiones como las planteadas guían el debate en relación a este tema. En este artículo se tiene la intención de generar algunas respuestas a modo de antesala de una necesaria discusión colectiva a nivel de enseñantes.
Estamos convencidos del compromiso que tenemos los docentes de ayudar a construir nuevas comprensiones del mundo a partir de los textos. Ya en los dos primeros niveles es posible generar situaciones en las que, mientras se enseñan contenidos específicos de un área, se enseña a los alumnos a leer para aprender sobre un tema. El proceso de lectura no se puede hacer solo. Se acompaña al alumno en el aprendizaje del código escrito, de decodificación, pero luego, en aras de la autonomía, se lo abandona para que continúe el proceso en soledad. Hoy sabemos que para formar lectores autónomos en cualquier área es preciso un intenso acompañamiento de los docentes, quienes promoverán situaciones didácticas específicas para ello.
Las prácticas de lectura que propiciemos, los textos que seleccionemos y el desarrollo de habilidades lingüísticas serán de mucha ayuda para que los alumnos puedan comprender textos de Ciencias Sociales y para que, poco a poco, puedan hacerlo solos. Son ello quizás podamos avanzar un paso más allá formando seres alfabetizados, capaces de alcanzar sus objetivos, desarrollar sus conocimientos y potencialidades, además de participar plenamente en la sociedad.
En el Uruguay existe un imaginario político de que somos una sociedad monolingüe. En muchos sectores predomina la idea de un Uruguay lingüísticamente homogéneo. Esto es así a pesar de que el proceso de construcción histórica de nuestra sociedad tuvo una naturaleza plurilingüe: no debemos olvidar la presencia de los grandes grupos migratorios que llegaron a Uruguay entre 1860 y 1920. Estos grupos, procedentes mayoritariamente de Italia y España, trajeron sus lenguas y dialectos. Pero además el Uruguay presenta una situación lingüística muy particular en las fronteras con Brasil. Como resultado de una situación histórica, se pone en situación de contacto lingüístico al portugués y al español, surgiendo en las comunidades fronterizas una variedad dialectal del portugués que, que técnicamente se denomina DPU (Dialectos Portugueses del Uruguay) y popularmente portuñol. La peculiaridad de esta situación fue objeto de numerosos estudios lingüísticos nacionales e internacionales, que analizaron el fenómeno desde múltiples puntos de vista. La intención de la autora en este artículo, es hacer una lectura de esta situación lingüística de la frontera desde la perspectiva de los derechos humanos.
Aporte que realiza la formadora de maestros en Ciencias Naturales, Dinorah Rodríguez, compartiendo parte del trabajo realizado en la experiencia piloto con maestros de 6to. de Escuelas de Tiempo Completo y APRENDER; con el fin de Apoyar la Calidad del Egreso Escolar. En el curso que realizan los docentes, se han priorizado la lectura y la escritura desde las diferentes áreas del conocimiento escolar.
Dentro del eje referido a escritura se trabajó la distinción que existía entre escribir para uno mismo (cuaderno de notas, construcción de ideas) y escribir para informar a otros. Sobre este último punto, es que se les propuso a los maestros una tarea, con la siguiente consigna: proponer una actividad experimental para realizar con los alumnos; implementarla; solicitar a los niños que escriban un informe; seleccionar uno y comentar.
Es así, que se presentan algunos trabajos que realizaron los maestros, en los que se les solicitó poner especial énfasis en el análisis docente sobre la producción de los niños y de su intervención en la enseñanza.
Proyecto elaborado por docentes de la escuela rural N°32 de Pueblo Orgoroso, junto a la maestra CAPDER del departamento de Paysandú.
La idea detrás de esta propuesta, fue fomentar y posicionar a las escuelas rurales como centros de cultura. El mismo surge a partir de los datos diagnósticos recabados por la directora del centro, los cuales indican debilidades comunes en las clases al momento de producir textos escritos y orales así como en lectura.
Por esto es que el proyecto se propuso ofrecerle a los chicos instancias en las que leer y escribir se vuelvan actividades recreativas e interesantes. Se abordó la estructura narrativa.
Completa el formulario, y suscribite a la revista QUEHACER EDUCATIVO