Tiene fundamento la afirmación de que el clima escolar y sobre todo el clima que se vive en el aula es una variable con mucha incidencia
en el logro de aprendizajes, lo que se expresa en el rendimiento escolar.
Eso significa que el clima en el aula es una cuestión a tener en cuenta por su importancia para que los niños aprendan y, por tanto, una
condición necesaria para poder enseñar...
Desde nuestra postura teórica definimos conceptualmente el clima escolar como un estado generalizado de bienestar en el que se desarrolla
la tarea. Principalmente es un resultado que deviene de la calidad humana «del conjunto de interacciones que se generan en la tarea educativa
cotidiana». Se afecta por las condiciones organizacionales y –fundamentalmente– por las institucionales «que resultan de las formas de pensar y concebir la institución por parte del colectivo docente de la escuela, tendientes al logro de aprendizajes (valorado en términos de calidad de procesos y resultados), no solo en lo concerniente a los alumnos, sino, también, a la escuela entera como institución» (Francia, 2013).
¿Qué pasa, entonces, si no se logra un clima adecuado?
Invirtiendo la relación: logrando un buen clima de convivencia, ¿aseguraremos el aprendizaje de los alumnos?
Estamos pues en la situación lógica de discutir si las condiciones necesarias son también suficientes.
Cabe preguntarse por tanto: ¿es suficiente el “clima del aula” para propiciar mejores resultados de aprendizaje?, ¿o será que si los alumnos
logran aprender lo que la escuela pretende enseñar (a través de recursos idóneos y adecuados, nivel profesional de los docentes, compromiso
con la tarea, involucramiento de todos, etc.), ello, a su vez, es generador y da como resultado un mejor clima?
Aparece entonces el tema de las naturales, complejas e inevitables interacciones recíprocas entre las diferentes variables que conforman el
clima escolar.
Casi 47.000 docentes han sido convocados por la Corte Electoral para elegir el 18 de noviembre de 2015 a sus representantes en el CODICEN de la ANEP y en tres de los cuatro Consejos que rigen los distintos niveles de nuestra Educación Pública. Es la segunda vez que ello ocurre, por mandato de la Ley General de Educación. Considero que esa instancia es de importancia fundamental en la vida del país. Confirma la justicia de una larga lucha de los educadores uruguayos.
Al ejercer el derecho al voto, cada uno de los docentes ratifica su compromiso con la condición participativa propia de nuestra educación.
Año del setenta aniversario de FUM-TEP, veinticinco años construyendo reflexión pedagógica y didáctica de nuestra revista QUEHACER EDUCATIVO.
Año en el que varios sucesos han provocado momentos de reflexión, de incertidumbre, de lucha, y la necesidad de realizar un alto en el camino para definir rumbos.
Lo haremos, sin lugar a ninguna duda, respetando nuestra historia y el legado de nuestros mayores.
No rehuyendo debates, pero dándonos el tiempo para realizarlos.
Con la responsabilidad que caracteriza a una conducción llevada adelante por más de veinticinco años, llegarán los tiempos para hacer balances, analizar las perspectivas, reflexionar sobre triunfos y derrotas, definiendo y asumiendo –desde la tolerancia y el respeto– el compromiso ineludible de siempre y cuáles serán los mejores caminos a seguir, buscando alternativas desde el diálogo y la unidad.
Estas señas de identidad se traducen, en nuestra revista, en propuestas que alcancen y lleguen a todos los maestros y maestras que hacen realidad nuestra escuela.
En el Uruguay del 45 estaba conformado por ciudades pujantes desde lo económico, lo cultural, y con un ideal político de democracia participativa, pensado como progreso con justicia social. Pero en el campo, la situación era bien diferente. El último cuarto del siglo XIX provocó una ruptura entre campo y ciudad, que con el tiempo se fue profundizando cada vez más. A su vez, la educación primaria había perdido el carácter igualador con el que había surgido, poniendo a la educación rural en una condición crítica.
A setenta años del comienzo de las misiones “socio-pedagógicas”, consideramos que sigue siendo válida cualquier herramienta que favorezca el compromiso pedagógico y social del estudiante magisterial con la realidad, así como con los valores de solidaridad, ayuda mutua, participación y responsabilidad frente a la sociedad, la educación, el niño y la escuela pública.
Porque está comprometido y es solidario con todos los pueblos de nuestra América Latina y el mundo. Lucha por la PAZ mundial, defiende el principio de autodeterminación de los pueblos y el respeto irrestricto de los Derechos Humanos.
Porque trabaja día a día para estar a la altura de los principios históricos forjados por nuestro movimiento sindical. Principios expresados en la histórica consigna, UNIDAD, SOLIDARIDAD y LUCHA.
Porque sostiene con convicción la defensa irrenunciable de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Dando batalla por la Educación y la cultura de todas las uruguayas y uruguayos en cada rincón del país. Impulsando el ejercicio pleno del derecho a la salud, promoviendo los espacios para el juego, la recreación y la convivencia armónica, aportando en la construcción de un horizonte de igualdad y justicia social.
Porque está comprometido en la defensa y promoción de la Educación y la Escuela Pública. Partiendo de una premisa central, la Educación es un Derecho Humano fundamental para todos durante toda la vida.
Porque reafirma la vigencia de los principios varelianos de una Educación popular, democrática, gratuita, laica y obligatoria. Además promueve una Educación que tienda a poner el patrimonio cultural de la humanidad a disposición del conjunto de la sociedad y que esté al servicio de la liberación nacional y personal.
Porque el sindicato, en tanto construcción colectiva, cambia y nos cambia al integrarnos a él. De esa forma, todas y todos somos fundamentales para poder seguir avanzando en la conquista de derechos. Participar en el sindicato es asumir el compromiso de “cambiar todo lo que deba ser cambiado”.
Porque es un espacio de debate de ideas, de construcción de perspectivas, que sin dudas nos permite conquistar mejores condiciones de vida, pero esencialmente es un espacio para construir el porvenir.
Convivir, estar con otros en el mundo, es una situación que se ha naturalizado, es decir, ha dejado de ser pensada. Seguramente por eso, la convivencia aparece como preocupación solamente cuando se transforma en problemática.
Así se ha dado ante situaciones que han ocurrido en las escuelas y que han puesto en el tapete el tema de la violencia, ya sea entre niños o entre
familias y docentes.
La convivencia aparece como consustancial al hecho de educar, y quizás por eso no se habla de ella habitualmente en las instituciones educativas.
El objetivo de estas instituciones es formar ciudadanos que puedan desarrollarse en la sociedad. Si pensamos en la sociedad debemos pensar en la convivencia de distintos valores, sectores sociales, subjetividades diferentes.
La construcción de ciudadanía es parte del contrato fundacional de la escuela y es insostenible pensar en sociedades democráticas en
las que no haya participación. Sin embargo, ese compromiso ético-político no puede lograrse por imposición; como plantea Reina Reyes, las
acciones que desarrollen los maestros quedarán en los niños como ejemplo de sometimiento o de libertad.
Hace breves días terminó el proceso de elecciones sindicales de nuestra Federación. Instancia que tuvo altisimos niveles de participación, de militancia y compromiso. Actividad de profundo valor politico, porque la democracia sindical siempre le molesta al poderoso y siempre revitaliza nuestro compromiso. También es prueba de la vigencia de la herramienta sindical en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. En ese contexto llegamos a esta jornada tan importante, en la que reivindicamos el rol de la maestra en la sociedad. No nos cansaremos de repetir que "para que exista aprendizaje es imprescindible el vínculo humano" y por eso reafirmamos cada día, allí donde haya una niña o un niño, habrá una maestra o un maestro. Porque el acto educativo es un acto de amor a la humanidad. Y aseguramos que nunca estarán solos porque somos parte integrante de las comunidades de nuestras Escuelas, porque somos parte de cada historia en cada barrio, localidad o paraje... porque somos colectivamente y porque forjamos un sindicato que nos da dignidad. Nuestra Escuela Pública, sostenida a lo largo y ancho del país por maestras y maestros, es la institución del Estado que llega a más lugares y llega para difundir la ciencia, la cultura, el arte y la PAZ. Allí se trabaja día a día para que el "conocimiento como la luz del sol" llegue a todas nuestras niñas, niños y jóvenes. Magisterio es sinónimo de compromiso y dedicación a la tarea, pero también de lucha por mejores condiciones de vida, mejores condiciones laborales y mejor Escuela Pública. YO ESTOY CON LA ESCUELA PUBLICA es una prueba de nuestras convicciones, de nuestra defensa de la cosa pública y de nuestro compromiso en defensa de los Derechos Humanos y por lo tanto del Derecho a la Educación.
Un recuerdo siempre movilizador, uno de nuestros héroes de la resistencia, Julio Castro escribió: "(...)Los niños no se hicieron para la escuela o el liceo, escuelas y liceos se hicieron para los niños."
FUM - TEP / CSEU / PIT - CNT
EDITORIAL
Nuestra Federación cumpliendo con su compromiso histórico y con la responsabilidad que supone representar al conjunto del magisterio nacional y los trabajadores y trabajadoras del Consejo de Educación Inicial y Primaria pone en conocimiento de la ciudadanía en general sus conceptos, posturas, propuestas y reivindicaciones para esta Rendición de Cuentas, y también en una perspectiva estratégica más profunda.
Partimos de una premisa central: la Educación es un Derecho Humano fundamental para todos durante toda la vida y responsabilidad del Estado garantizarlo. También planteamos nuestro compromiso en la defensa de la Educación y la Escuela Pública.
Por su parte, manifestamos nuestra obligación moral de reivindicar más presupuesto para la Educación Pública, porque tenemos la firme convicción de que nuestros planteos son justos. Sabemos que no todas las dificultades que existen se van a resolver con presupuesto, pero sin los recursos necesarios es imposible avanzar en un aspecto central, la elevación del nivel educativo de las niñas, niños y jóvenes de nuestro país.
Sostenemos que el vínculo humano es el elemento central para que exista aprendizaje. Por lo tanto que se necesitan más docentes y funcionarios en todas las instituciones educativas del país. Para ello es preciso prever la debida creación de cargos.
Si bien consideramos un aspecto favorable que se proyecte la contratación de 300 auxiliares de servicio, hasta ahora contratadas por Comisiones de Fomento, es importante que se tenga en cuenta que esta decisión no resuelve el problema de la falta de auxiliares de servicio en muchas escuelas del país, y el número altamente insuficiente en otras tantas. Es por ello que reiteramos en la necesidad de crear más cargos.
Respecto al salario decimos, que es un debe que todavía tiene el Uruguay con los trabajadores y trabajadoras de la educación. Insistimos y reiteramos nuestra reivindicación histórica, reafirmada por nuestro último Congreso, el salario de ingreso al organismo debe ser la media canasta familiar para el docente grado 1 con 20 horas semanales y para el Funcionario grado 1/6 con 40 horas semanales.
En tal sentido, solicitamos se resuelvan las principales inequidades que nos afectan y que deben ser resueltas:
* Es una injusticia que las maestras de Tiempo Completo perciban un salario diferente por las primeras cuatro horas que por las segundas cuatro horas de trabajo. Además explicamos que este problema se agravó con la situación generada en la Rendición de Cuentas 2016, en la cual las maestras de Tiempo Completo sólo tuvieron incremento salarial por las primeras cuatro horas de trabajo y nada por las segundas cuatro.
* También informamos la injusticia que supone que la docencia de aula esté relacionada a las asistencias, lo que genera un doble perjuicio ya que las asistencias también están vinculadas al cobro de presentismo.
* Ponemos énfasis acerca de la problemática de las directoras, el caso de aquellas que perciben salarios inferiores a maestras, si bien se creó una partida en la rendición de cuentas 2016 que atiende parcialmente el tema, el problema está lejos de resolverse.
También ubicamos un tema importante que aún no tiene solución, la necesidad de asegurar el pago de los boletos a los funcionarios de todo el país.
En síntesis planteamos que nuestra reivindicación central es alcanzar un Presupuesto acorde a las necesidades del sistema educativo, nunca menor al 6% del P.I.B. para ANEP y UdelaR
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