El concepto de justicia es universal, pero aquí, in situ y en relación con la Educación, en su análisis significa entender las bases epistemológicas del término en un cruce construido desde sus propias raíces. Abarcador y por momentos insondable por las múltiples perspectivas que abre, supera las nociones de igualdad, equidad, inclusión, ya que las contiene; construye un nivel de abstracción que linda con la humanización en el sentir holístico de la Educación.
Este artículo reflexiona en torno a la conceptualización de la justicia social desde una perspectiva sociológica. Pretende abordar el sentido que orienta a las políticas educativas, teniendo en cuenta que el sentido político de la educación está conformado desde una perspectiva ético-política y vinculado con el desarrollo humano, por ende está asociado a la construcción de sociedades más justas, donde la ética del cambio social es el sentido.
Como agentes de cambio, sujetos de derechos y de obligaciones, se asumen un conjunto de compromisos y responsabilidades a partir del rol que desempeñamos los docentes, los maestros, los educadores.
La realidad social y familiar actual coloca a muchos niños y adolescentes en un lugar y con responsabilidades que antes solamente eran de los adultos. Ahora, muchos cuidan a sus hermanos, se hacen cargo de tareas del hogar, eligen si se levantan o no para ir a la escuela e incluso deciden dejar de ir y no van. Están casi iniciando tempranamente una vida adulta sin recursos, a los tumbos, haciendo lo que pueden con su vida, muchas veces sin un adulto referente que los oriente.
Las experiencias de trabajo realizadas durante un año de trabajo como maestra comunitaria, le permitieron a la docente comprender que, si bien dentro de la institución escolar se pueden hacer muchas y valiosas cosas, urge salir a buscar recursos. Es necesario aprender a investigar, golpear puertas, mostrar lo que sabemos, proponer, decidir, argumentar, instalarnos como sujetos activos y potenciales transformadores de nuestra realidad. Para ello, sin duda se necesita información. Las circunstancias adversas y muchas veces desalentadoras en las que se encuentra el individuo, pueden cambiar si nos ubicamos en una perspectiva de transformación donde podamos colocar al sujeto como posibilitador de cambio social.
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