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Los muy diversos campos de fenómenos que percibimos en el mundo que nos rodea (relacionados, por ejemplo, con movimiento, oscilaciones, calor, electricidad, magnetismo, radiactividad, propiedades materiales, reacciones químicas, vida, metabolismo, salud, orogenia, sismos, clima, fósiles, luz solar, cometas) son estudiados desde diferentes perspectivas teóricas por las diversas ciencias naturales (Astronomía, Física, Química, Biología, Geología, etc.). Sin embargo, todos ellos pueden ser pensados unificadamente en términos de la energía involucrada, que pasa así a ser un concepto teórico potente para comprender esos fenómenos e intervenir sobre ellos. En este sentido, la energía se constituye en un concepto científico central y estructurador por su gran generalidad, abstracción y potencia para modelizar. Por tanto, a partir de la investigación e innovación en didáctica de las ciencias naturales sugerimos que los niños y niñas puedan iniciarse en el estudio de este concepto muy tempranamente, tal como se propone en los cuatro artículos que siguen.

En las distintas actividades didácticas que se incluyen en los artículos de las próximas páginas, se presentan diferentes situaciones del entorno cotidiano y se les pide a los niños y niñas que las describan. Para ello son guiados por los docentes, de modo que puedan comenzar a utilizar de manera adecuada expresiones científicas tales como “posee energía”, “requiere energía”, “usa energía”, “gasta energía”, “aporta energía”, “produce energía”, “almacena energía”, “consume energía”, “transfiere energía”, “disipa energía”, “no aprovecha energía”. En estas frases, que son también empleadas en el lenguaje natural y en el mundo de la técnica, nos referimos a la energía desde una concepción “sustancialista”, asociada a los orígenes históricos de esta idea científica (en los siglos XVIII y XIX). Las expresiones que utilizamos en la ciencia escolar modelizan la energía casi como una entidad material, como un “objeto” (a veces imaginado como un “fluido” que pasa de un cuerpo a otro o queda almacenado en ellos). Se puede decir que en los primeros usos de la idea de energía, necesariamente estamos “sustancializándola” un poco, es decir, otorgándole las características y propiedades de una entidad real y tangible.

Publicado en Revista 156
Jueves, 27 Octubre 2016 21:36

Más allá de lo aparente

Proyecto realizado en el marco del curso de Formación en Servicio de Ciencias Naturales de escuelas de Tiempo Completo, en el año 2012.

A la hora de pensar el proyecto para el taller, las docentes, decidieron optar por un tema que no es abordado con mucha frecuencia. Eligieron “magnetismo” para trabajarlo con Primer y Segundo grado a sabiendas de que era un gran desafío, ya que no es sencillo enseñar un tema de Física a los niños, y más complejo aún si se trata de los más pequeños, como en este caso. 

Al finalizar el recorrido, el grupo ya pudo justificar los comportamientos de los imanes con objetos de ciertos metales y las posiciones en que lo hacían, ya que eran conscientes de que esa fuerza que ellos sentían al tratar de separar un imán de un metal o de otro imán, existía realmente como fuerza de atracción; y si no les permitía unir un imán con otro, existía una fuerza de repulsión que, a su vez, dependía de la posición en la que estos fueran colocados (polos, en sus extremos).

Publicado en Revista 117

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