En el Nivel Tres años del Jardín de Infantes, al inicio del curso, había un porcentaje (30%) del grupo que tenía contacto con las “ceibalitas”, por las experiencias con sus familias.
Si bien en la institución no había equipos, ni docentes con dominio en el uso de esta herramienta, surgió la idea de acercar a los niños a la tecnología. Con esta iniciativa se originó la propuesta de integrarnos a la escuela vecina en la tarea de trabajar con computadoras.
La docente que respondió a la invitación fue Adriana Acuña, maestra de Tercer grado de dicha escuela.
Desde el comienzo pensamos en el uso de las tecnologías como una nueva posibilidad educativa, que permitiera articular y andamiar los aprendizajes entre niños de diferentes edades a partir de una actividad colaborativa.
¿Quién podría fundamentar en contra de la necesidad de enseñar integrando saberes? Y si acordamos sobre la importancia de miradas interdisciplinarias, ¿por qué no es común ver en la práctica unidades didácticas que se piensen desde esa integración? ¿Cuáles son las dificultades para su implementación? ¿Cómo hacer para revertirlas?
Las notas que siguen pretenden retomar algunas líneas teóricas que nos ayuden a reforzar los fundamentos sobre la integración de saberes, proponer maneras para establecer puentes entre las disciplinas que conforman el Área del Conocimiento de la Naturaleza y mostrar un caso particular referido a tercer grado escolar.
Seleccionar nuestro aporte al tema de la revista fue una tarea compleja. ¿Qué jerarquizar? ¿Con qué criterios? ¿Cuáles son las mayores dificultades al momento de organizar la enseñanza?
¿Cuáles podrían resultar pasibles de ser modificadas para comenzar a superarlas? ¿Qué líneas directrices serían las más potentes y fructíferas?
¿Qué ejes conceptuales podrían generar exploraciones para innovar?
Partimos del supuesto que enseñar la ciencia escolar requiere: enseñar a pensar –elaborar modelos explicativos de la realidad–, a hacer –intervenir en esa realidad– y a comunicar –generar lenguajes que relacionen los modelos con las intervenciones–. Por lo tanto hemos de organizar a la vez lo teórico, lo experimental y lo lingüístico;
lo que cada grupo en particular puede pensar, hacer y decir para aprender lo esencial de esa ciencia (Izquierdo, 2005b).
Decidimos tomar tres aspectos de la actual agenda de la didáctica de las ciencias: integración de saberes, el papel de la lengua en el aprendizaje de la ciencia y el proceso de modelización.
En cada uno de ellos se presenta el marco teórico que lo fundamenta y se desarrolla una propuesta de enseñanza para determinado nivel o grado escolar. Por último incorporamos el análisis de una actividad que se centra en los conocimientos que los niños poseen.
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