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El presente artículo forma parte del libro Mientras respiramos (en la incertidumbre), que Noveduc editó en julio del presente año.

La imagen de un mundo en peligro recorre todas las pantallas y se ubica exactamente en la región más sombría del cuerpo, allí donde la mente no logra descifrar ningún signo y el corazón palpita de una manera infrecuente, más aceleradamente todavía que en la época que ya se cree precedente,
aquella cuya urgencia, cuyo cansancio y cuya prisa componían la habitualidad de nuestras vidas hasta hace pocos segundos.
Una fracción imperceptible de tiempo divide las aguas entre sentirse bien y sentirse mal, entre el sentido seguro y acomodado y el sinsentido disparatado, entre la vida y el mundo que han sido y los que serán, entre existir y dejar de existir.
Sin embargo: ¿está ocurriendo un acontecimiento de verdad inesperado? ¿Un acontecimiento sin antecedentes, sin un origen? ¿O es un reflejo más, un eco, del modo habitual de funcionamiento del mundo? ¿Y si de verdad es inesperado por qué existe la vaga sensación de que no se trata de una
excepción inédita, de algo que no se esperaba? Incluso: ¿por qué parece que todo esto ya lo hemos pasado, pensado, visto o leído antes de algún modo, en alguna parte, mucho antes?
Siempre los acontecimientos inesperados crean inquietud, conmoción o zozobra, y todo lo que se había pensado hasta ahora pasará a formar parte
de una confusión y de una debilidad común por comprender qué es lo que sucede en realidad, por qué sucede y qué se hará, si es que algo se hará
con todo esto.
Mucho más temblorosa es esa confusión y es esa debilidad cuando el acontecimiento en cuestión entraña la posibilidad de una masiva enfermedad y
muerte, y el tiempo para pensar se vuelve angustiante y se hace angosto, y también, según la tradición de cierto pragmatismo en boga, pensarlo sería secundario, superfluo o directamente innecesario. 
No es la primera vez que la humanidad se ve envuelta y demudada en su propia perplejidad y desasosiego; lo cierto es que cada vez que ocurre
una calamidad, por fuerza, lo hace como si fuera por primera vez, distinta a cualquier otra, y solo es tal, solo puede nombrarse como tal, si está aquí y ahora.

Publicado en Revista 161

En muchos respectos, la pandemia de COVID-19 (“enfermedad por coronavirus de 2019”) es una más dentro de una larga lista de enfermedades graves (tales como distintas variedades de gripe, viruela, encefalitis letárgica, cólera, poliomielitis, infección por VIH y SARS) que en los últimos cien años tuvieron brotes que se extendieron hasta tomar escala planetaria, componiendo así el espeluznante promedio de un episodio pandémico por cada década y media. Sin embargo, la pandemia actual tiene algunas características que la sitúan en un lugar destacado, en el que solo la mal llamada “gripe española” –que se desató sobre el fin de la Primera Guerra Mundial y de la cual prácticamente no quedan sobrevivientes que la recuerden– podría ubicarse parcialmente. Estas características salientes no serían, a mi juicio, ni su mortalidad, ni la movilización médico-científica en torno a ella, ni su alto coste económico, sino más bien otras tres: el alcance que la COVID-19 tiene en el espacio –y, según todas las previsiones expertas, el que tendrá en el tiempo–, la envergadura y contundencia de las medidas sanitarias adoptadas en muchísimos países para mitigarla y la sobreabundancia de información en tiempo real sobre su progreso. Cabe agregar que, producto de estas tres características, a la presente pandemia también la acompaña una fuerte interpelación, desde el ámbito académico, la política y la opinión social, a los modos de vida de las sociedades humanas “desarrolladas” a inicios del siglo XXI, que nos ponen cada vez más frecuentemente al borde de catástrofes sanitarias, energéticas, ambientales y humanitarias.

La pandemia de COVID-19, con estos rasgos que le están dando identidad, ha impactado con fuerza en todos los modos de relación social, transformando de manera rápida y profunda la producción, el trabajo, el comercio, la recreación, el turismo, el transporte, etcétera. En particular ha afectado, desde las etapas más tempranas de su evolución, a la educación en todos sus niveles y modalidades, dado que en América Latina se procedió al cierre casi total de las instituciones educativas bajo la hipótesis de que ellas constituirían espacios fértiles para la propagación de la enfermedad. Como producto de la suspensión sine die de la asistencia a las aulas de los niveles inicial y primario, los escolares y sus familias se encuentran hoy inmersos en un prolongado período de excepcionalidad que los desafía al máximo. Por su parte, los maestros y maestras del Uruguay, en quienes pongo el foco de este artículo, se han visto, desde el inicio mismo del año lectivo, frente a la necesidad de planificar, ejecutar y evaluar su docencia en formatos que tenían poco transitados y meditados, y que por cierto causan ansiedad e incertidumbre.

Esta situación extraordinaria que atraviesa la educación inicial y primaria se nos viene encima con sus urgencias que docentes, equipos directivos,
personal auxiliar y de supervisión han de solventar sobre la marcha, en el día a día. En el caso de los maestros y profesores –hay que decirlo sin tapujos– ello requiere que trabajen incluso más horas que las que dedicaban en tiempos de “normalidad”. Pero esta misma situación de interrupción de las rutinas aceitadas también nos da una buena oportunidad, al magisterio y a las formadoras y formadores, para reflexionar críticamente una vez más sobre la enseñanza de las ciencias naturales. En este artículo esbozaré brevemente algunas ideas teóricas y propuestas prácticas para acompañar tal reflexión. Mi exposición se alineará con tres de las grandes preguntas curriculares clásicas: ¿para qué enseñar?, ¿qué enseñar?, ¿cómo enseñar?

Publicado en Revista 160

El problema asociado a las floraciones de cianobacterias en Uruguay viene cobrando fuerza desde el año 2000. Sin embargo, el fenómeno alcanzó
mayor visibilidad y alerta en el verano pasado. Gran parte de las playas habilitadas para baños dejaron de serlo cuando se tornaron color verde esmeralda, y en la línea de resaca sobre la arena se formó una pasta verde con apariencia de yerba mate. Seguramente, la bandera roja con una cruz verde al centro sea un estímulo suficiente para recordar este infortunio de los bañistas en el verano uruguayo.
Los factores que han desencadenado esta alteración homeostática en el ecosistema son multicausales. Desde elementos del clima que favorecen las
condiciones para el desarrollo de microorganismos, hasta el enriquecimiento de nutrientes (eutrofización) de los cursos de agua, consecuencia del uso
desmedido de productos químicos de la agricultura (en particular, por el contenido de nitrógeno y fósforo) que, por escorrentía, terminan llegando a ríos,
arroyos e incluso al estuario del Río de la Plata.

Publicado en Revista 159

En un camino que puede ofrecer todavía múltiples aventuras pedagógicas, crece en nosotros la convicción de que la articulación entre las prácticas
de enseñanza de la lengua escrita y el sistema de numeración, más que una cuestión disciplinar, es un desafío didáctico. Sospechamos que toda pretensión de enfocar disciplinariamente los sistemas como parte de una sola construcción, solo genera recortes esenciales en sus conformaciones y fuerza síntesis que los desvirtúan. El corazón del problema sigue estando en las prácticas de enseñanza: cómo plantearles problemas a los alumnos y alumnas, cómo favorecer procesos de resolución y propiciar puestas en común que les permitan a todos exponer sus ideas. En definitiva, cómo seguir encontrando preguntas y desafíos ahí donde formadores, maestras, estudiantes de formación docente y niños que aprenden la lengua escrita y el sistema de numeración nos muestran que hay mucho más en común de lo que nosotros mismos pensábamos.

Publicado en Revista 157

Posiblemente algún lector haya pensado: ¿un contenido más?, ¿por qué?, ¿para qué? No es un contenido más, es una mirada diferente al Área del Conocimiento de la Naturaleza, pero imprescindible.
Uno de los objetivos del grupo es el estudio y la elaboración de diferentes aportes a la Didáctica de las Ciencias desde la Epistemología. Hace seis
años, al realizar el análisis histórico epistemológico de los contenidos programáticos de Física, nos centramos en la Mecánica. Se trabajaron los conceptos de movimiento y fuerza, dejando de lado el de energía. 
Recién el año pasado se lo retomó y desarrolló bajo el mismo marco histórico epistemológico. La lectura de varias investigaciones, materiales
teóricos y su discusión permitió fundamentar la necesidad de dejar de lado la estricta referencia disciplinar que señala el programa vigente. La energía
debía “salir” del campo de la Mecánica y de la Física para abarcar aspectos biológicos, químicos, astronómicos, geológicos, tecnológicos y sociales,
porque la educación científica es parte de una educación general para toda la ciudadanía.

Publicado en Revista 156
Lunes, 24 Octubre 2022 00:49

Un mundo de fuerzas

Esta secuencia se enmarca en una instancia de formación en servicio realizada en territorio y con el acompañamiento de toda la institución. Se pretenden abordar los contenidos de Física relacionados a la fuerza y al movimiento desde Nivel Inicial hasta sexto grado.
En tercer grado se diseñó una secuencia de la cual en este artículo se presentan tres actividades que se consideran bien significativas. Los contenidos
del programa escolar vigente (ANEP. CEP, 2009) que se abordaron fueron: Las fuerzas y las máquinas simples. Las palancas. Las poleas.

Publicado en Revista 155

Esta secuencia surge luego del trabajo realizado en el Área del Conocimiento Artístico sobre el artista Pedro Figari, quien tomó el candombe y la
comunidad afrodescendiente como temas centrales en sus obras. Así se vinculan el arte y la historia que se aprecian en sus obras, y esto permite desarrollar un trabajo interesante y significativo para los niños.
El abordaje de esta temática aporta, además, a la significatividad del contexto social en el que acontecen sucesos de nuestra historia, que se recuerdan en algunas efemérides celebradas en la escuela. En particular interesa profundizar en esta clase social de la época de la colonia, porque generalmente los niños de primer ciclo participan con representaciones escénicas en los actos patrióticos.
Los contenidos se centran en las cuatro dimensiones consideradas en el Documento Base de Análisis Curricular (ANEP. CEIP, 2016) para la enseñanza
del Área del Conocimiento Social. En atención a la dimensión conceptual se aborda el concepto de esclavitud desde atributos: sometimiento, propiedad del amo y fuerza de trabajo no remunerada.
Desde la dimensión metodológica se promueve el planteo de interrogantes, la búsqueda de hipótesis y evidencias a través de la lectura y la confrontación de diferentes fuentes de información, y la posterior sistematización de la información.
Con relación a la dimensión explicativa se pretende la comprensión de las acciones y los motivos de los negros esclavos como sujetos sociales de la
sociedad colonial. 
A través de la lectura de relatos y distintos registros escritos se promueve la descripción (como habilidad cognitivo-lingüística) de la vida social de los negros esclavos para compartir con los niños de Nivel Inicial y primer grado.
La secuencia se construye para implementar en un grupo de segundo grado, tomando como contenidos: La sociedad colonial. La esclavitud.

Publicado en Revista 155

A setenta años de la Declaración, unas reflexiones para intentar posicionarse, como educadores, como trabajadores, como ciudadanos, ante el
panorama actual. 
► No podemos aceptar con resignación ni guerras, ni conflictos violentos, ni carrera armamentista. 
► No debemos aceptar un orden económico injusto para los países pobres, que los condena al subdesarrollo.
► No debemos tolerar que cientos de millones de seres humanos vivan en la extrema pobreza, mueran de hambre, de enfermedades evitables,
mientras la opulencia, el despilfarro, el consumismo indigno, en el cual también nosotros nos sumergimos, dilapide recursos y saquee hasta el
propio planeta. 
► No podemos conformarnos con que las fuerzas y los intereses imperialistas continúen agrediendo y explotando a los pueblos.
La respuesta a estas interrogantes, la actitud a asumir, las presento en palabras del gran maestro brasileño:
«No sólo soy objeto de la historia, sino también su sujeto. En el mundo de la historia, de la cultura, de la política, no constato para adaptarme, sino para cambiar. En el mismo mundo físico, mi constatación no me lleva a la impotencia. (...) Constatando nos hacemos capaces de intervenir en la
realidad, tarea incomparablemente más compleja y generadora de nuevos saberes que nuestra simple adaptación a ella. También por eso, no me parece posible ni aceptable la postura ingenua o, peor, astutamente neutra de quien estudia, sea físico, biólogo, sociólogo, matemático o pensador de
la educación. Nadie puede estar en el mundo, con el mundo, y con los demás de forma neutra. [...] ¿Con qué fin estudio? ¿En favor de quién? ¿En contra de qué estudio? ¿En contra de quién estudio?» (Freire, 2006:89-90)

Publicado en Revista 152

El propósito de este artículo es rescatar el sentido pedagógico-didáctico y social de la evaluación educativa. En oportunidades ya se ha destacado que
en la evaluación que se realiza en las instituciones educativas están involucrados no solo los alumnos, sino también los educadores y los padres, y todos poseen su cuota de responsabilidad. No es sencillo establecer cómo se reparten los compromisos o directas implicancias, pero es válido reconocer que cada parte es a la vez un todo que posee cierto peso en los resultados obtenidos.
Un dato de la realidad nos sitúa en un escenario en el cual vemos que el papel del educador ya no está en el centro de decisión de qué y para qué evaluar.  Esta situación crea malestar entre los docentes al tiempo que desprofesionaliza su labor, y dado que no se considera la opinión y participación de los mismos se genera un marco de escaso interés en los resultados producidos.

Los procesos evaluativos están marcando un rumbo incierto; paulatinamente han ganado terreno agentes evaluadores externos a las instituciones
y, en oportunidades, al propio sistema educativo de las naciones involucradas. Se aplican pruebas genéricas, y no se consideran aspectos socioculturales de los países en los cuales se produce la investigación.

La investigación educativa ha pasado de ser un tema de interés del centro educativo, del sistema educativo nacional, a convertirse en una forma
de comparación mundial con intereses particulares, casi específicos de los requerimientos de la Economía. Dicha comparación discrimina regiones y
países; quedan afuera análisis específicos, que tendrían marcado tono explicativo acerca de los resultados obtenidos.

Evaluar en educación requiere de un presupuesto específico. Para los Estados es una actividad que los compromete; han dado su asentimiento en la
participación de dicha medición, y esto provoca fuertes críticas desde los colectivos docentes. Se parte del desconocimiento de aquellos ámbitos académicamente autorizados para la tarea, aspecto nada menor ya que invalida la relevancia pretendida. Las Ciencias de la Educación son evitadas, no se consideran en la planificación, tampoco en la ejecución.
Los resultados buscados y finalmente obtenidos se instalan con fuerza en los discursos económicos, a la vez que recrean la fundamentación acerca de la importancia que supone para los Estados atender el crecimiento del capital humano como factor de crecimiento socioeconómico del país.

En la década de los noventa se advertía acerca de que la evaluación educativa dejaba de ser una actividad marginal, solo de importancia para los escenarios educativos, para ser considerada de interés general; cobraba énfasis la percepción económica, aún incipiente. Se fundamentaba la necesidad de profesionalizar sus métodos y de valorizar los resultados como insumos al servicio de intereses generales.

Tres décadas después se profundizan aquellos supuestos, y los macroinformes generalizan las realidades educativas sin considerar las particularidades
de cada país evaluado. La evaluación en estos tiempos es una práctica que no está aplicada para innovar o mejorar, sino que repara en un desproporcionado interés por los resultados, sin atender los procesos. Tampoco profundiza en los factores influyentes, en los efectos determinantes que subyacen entre dichos resultados.  La información, si bien se centra en el alumno, desatiende el hecho de que este es una parte del proceso educativo o de la relación entre enseñanza y aprendizaje en contextos diversos.

Publicado en Revista 151
Viernes, 06 Mayo 2022 09:45

Día de las/os trabajadoras/es

DIA DE LAS/LOS TRABAJADORAS/ES

Vivan las y los trabajadores! Las y los abrazo queridas compañeras y queridos compañeros.

Luego de dos largos años sin poder abrazarnos y encontrarnos como nos hubiera gustado, hoy estamos aquí celebrando un nuevo día de las y los trabajadores. Acá estamos reivindicando una vez más, el rol de las y los trabajadores en la construcción de una democracia más justa, solidaria, donde nadie quede por el camino.

Permítanme, hacer un alto y evocar con un aplauso en memoria de los más de 7200 uruguayos y uruguayas, de tantas y tantas familias que perdieron un ser querido, porque esos números que veíamos en las estadística, eran abuelos, hermanos, tíos, sobrinos, hijas o hijas. Permítanme aplaudir a las y los enfermeros, nurses, auxiliares de limpieza, médicos, doctoras, personal de CTI, trabajadores de la salud pública y privada que estuvieron en la primera línea de lucha.. A ellos, a ellas, nuestro eterno reconocimiento.

En todas partes del mundo se recuerda, se evoca y se lucha. Valoremos, valoremos, lo que conquistaron nuestras bisabuelas y nuestros abuelos, nuestros padres, nuestros tíos y nosotras y nosotros mismos. Los consejos de salarios, el aguinaldo, el salario vacacional, las 8 horas para el peón rural, la representación de trabajadores en el BPS y en la vieja Junta de Empleo, germen del Inefop, en la enseñanza pública…. Y no nos olvidamos, porque somos independientes pero no indiferentes ni tontos, en qué período histórico se dio cada conquista. No pegamos al grito, razonamos, argumentamos. Y somos leales. Damos la cara. Lo sabe este gobierno, los anteriores y los anteriores. El movimiento sindical da la cara!!!!

Durante estos dos años, con una de las peores crisis sanitarias de los últimos cien años, el movimiento sindical estuvo a la altura de las circunstancias históricas, en su apoyo a quienes más lo necesitaban. Estuvimos y estamos, organizando y contribuyendo con ollas populares, con organizaciones sociales, en cada lugar que se necesite. Y somos las mismas y los mismos que sin olvidar la lucha y la defensa de los derechos de toda la clase obrera, nos remangamos para lograr ser de los primeros países de Latinoamérica en abrir nuestras escuelas en forma segura. Para que las niñas y niños, que son el centro del proceso educativo, pudieran retornar a clase en forma segura, sabiendo que en momentos de crisis social y económica las escuelas son faro de resguardo, de protección y de cuidado.

La pandemia dejó al descubierto las profundas desigualdades de un sistema que permitió que algunos se siguieran enriqueciendo y que muchas y muchos cayeran en la pobreza y en la pobreza extrema, golpeando sobre todo a los hogares más vulnerables, que de un día para el otro quedaron sin la posibilidad del trabajo. Señoras y señores representantes del gobierno, ustedes ya nos han escuchado. No son opiniones o frases “cargadas de ideología” como algunos escribas repiten. Lo demuestran los números. Como dice la canción: “Unos muchos y otros nada y eso no es casualidad”, como dice “La Rastrojera” de Marcos Velazquez.

Quisiera saludar también a las miles de compañeras que en su lucha feminista posicionan, reclaman y exigen más lugares de participación genuina para las mujeres en espacios de decisión. Un especial reconocimiento a esas mujeres trabajadoras que día a día construyen sueños y transforman el país con su inteligencia y fuerza. Un abrazo a las empleadas domésticas, a las trabajadoras rurales, del arte, de la ciencia y tecnología, a la maestras, profesoras, policías, personal de la salud, del comercio, a las trabajadores sexuales, a las del deporte, de la metalurgia, de la construcción y a cada mujer trabajadora, que día a día levanta la bandera de los derechos y la igualdad.

¿Dónde estamos ? es la pregunta que nos vinimos a hacer hoy

Compañeras y compañeros hoy la gran pregunta que nos vinimos hacer para reflexionar en conjunto es ¿Dónde estamos ? y sobre todo hacia dónde
queremos ir como sociedad. En los primeros tres meses de este año, se consolidó y reforzó la pérdida de salario real y de poder de compra de
trabajadores y trabajadoras. En este primer trimestre el IPC aumentó un 4,4% y los alimentos un 7,1% cifras extremadamente altas considerando los ajustes recibidos por trabajadores públicos y privados. Hablando en criollo, como aprendí en Soriano; cada vez que vamos al almacén o al super nos venimos con menos. ¿ Es así o no es así?

A esta pérdida de salario real tenemos que sumarle el aumento sostenido de la inflación y las medidas tardía e insuficientes del gobierno para evitar que quienes movemos la rueda de la producción, del crecimiento y del desarrollo sigamos perdiendo. Y como movemos la rueda no le ponemos palos, Sino no anda. Un dato más, tanto en 2020 como en 2021 el salario real promedio cayó y está a más de 4 puntos por debajo del nivel que tenía en 2019, antes de que asumiera el nuevo gobierno.

Esto no es un mero capricho por querer acumular, es una cuestión de justicia, y en cientos de miles de hogares, se trata de poder sobrevivir. Hoy reclamamos por quienes con su trabajo diario no pueden llegar a fin de mes, y sobre todo estamos aquí para pedir que se creen más puestos de trabajo porque estamos convencidas y convencidos que la creación de empleo es un derecho humano fundamental y una necesidad irrenunciable si pretendemos avanzar por el camino de la equidad, la dignidad, la justicia y donde todas y todos tengamos verdaderas oportunidades.

La única certeza de estos tiempos es que: Aumentó todo y hay uruguayas y uruguayos pasando mal. Y no vengan a decirnos ¿donde están? Solo levanten la vista, piensen en los jubilados, en aquellos que después de haber trabajado toda una vida, hoy tienen que hacer magia para subsistir.
Por esta razón quiero, una vez más, resaltar que las medidas anunciadas por el gobierno son insuficientes y llegan tarde. Con panza a medias o vacía, sabemos que cuesta aprender.

Y la verdad, no nos queremos acostumbrar a que nuestra gente pase por esto, de ninguna manera. Estas medidas tampoco abarcan a todos los hogares y ni siquiera a todos los ocupados. Los trabajadores informales, los trabajadores por cuenta propia, monotributistas y demás uruguayos que viven de su trabajo, claramente quedan por fuera. Reivindicamos al profesional universitario como trabajador. 

Actualmente una gran parte de ellos sufre por un sistema jubilatorio desajustado a la realidad actual del profesional y en muchos casos vulnerando su derecho al trabajo, por no poder llegar a un ficto, entre otras cosas; dejando a su vez, algunos sectores de profesionales indefensos ante la imposibilidad de ejercer y desempleado. Esto también afecta a la ciudadanía en general ya que propende a disminuir la diversidad en la elección de servicios.

Esta es una realidad que debe ser encarada por todo el sistema político sin más dilaciones.

Más que nunca necesitamos políticas que aseguren que nadie quede relegado

 

Quiero reivindicar también, el compromiso de esta central única de trabajadoras y trabajadores, con el diálogo y la mano tendida al gobierno para
construir los mejores acuerdos. Por eso entendemos que el lugar para debatir estos elementos, es el ámbito de la negociación colectiva. Esto significa
construir democráticamente, no se pueden transformar los ámbitos de negociación colectiva en un lugar donde se informa lo ya decidido.

Luego de consolidada la LUC, porque así lo quisieron la mayoría de los uruguayas y uruguayos, parece que el gobierno ha decidido transitar por la
construcción de una transformación de la educación pública. Por estos días está impulsando una reforma sin participación de los profesionales de la
educación que día a día están en las aulas. Ah…Es cierto, convocó a una ATD de todos los subsistemas el mismo día, jueves 28 de abril pero una real
participación es mucho más profundo que presentar un documento y discutirlo en un solo día. Dialoguemos de verdad, dejemos la ficción para el cine y los libros.

Desde siempre los sindicatos de la educación hemos estado a disposición para dialogar, transitar y construir de manera conjunta, entendiendo que en
educación no puede obviarse ninguna voz.

La pandemia nos demostró que con docentes y funcionarios se puede contar, que trabajar desde la casa no es más fácil como algunos dicen, es mucho más complejo sostener la familia mientras se trabaja, se pudo lograr gracias al gran esfuerzo de los trabajadores de la educación, mi reconocimiento a cada uno de ellos.

Sabemos que los recortes de la educación afectaron directamente a la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes, hay muchísimos menos
grupos en la UTU, y en Secundaria, el número de estudiantes por grupo es mayor, el rubro comedor quedó sin incremento, y en medio de todo esto no obviemos la injerencia del MEC dando pautas para un título universitario sin formación universitaria.

Pero la pandemia también demostró que la escuela sola no puede y no debe poder, en este sentido, empezamos a observar los impactos en la salud
mental, en la de nuestras y nuestros chiquilines, en las de sus familias, y por supuesto, en la de trabajadores y trabajadoras. Creemos que este tema debe plantearse seriamente, como un aspecto estructural de la vida de nuestra sociedad.

Hace pocos días se dieron a conocer datos sobre la violencia en los hogares, vemos con preocupación ese 43% que tiene cara de niña, niño y adolescente a quienes como sociedad debemos proteger. Porque erradicar la violencia infantil no puede ser solamente un slogan publicitario. Porque el crecimiento de la pobreza y la violencia infantil está perjudicando directamente a nuestras infancias. Si no podemos trabajar para revertir estas crudas realidades estaremos condenados como sociedad a sufrir las consecuencias.

A su vez, es fundamental que el sistema de cuidados de nuestro país no siga en un proceso de deterioro, y precarización de las condiciones laborales de trabajadoras y trabajadores. Es gracias a los cuidados que, ancianos, mujeres jefas de hogar, personas en situación de discapacidad, pueden tener una vida digna. Sin olvidar que gran parte de la población a la que van dirigida estas políticas tienen menores a cargo, en edad escolar.

Necesitamos que de una vez por todas exista la voluntad política para llamar a un gran diálogo nacional por la educación pública, que se convoque
ampliamente y sobre todo que el debate educativo quede fuera del rédito electoral. Debemos construir acuerdos a largo plazo, de aquí a los próximos 20 ó 30 años. Esto requiere mucho diálogo y paciencia porque los cambios en educación no son de un día para el otro, ni con imposiciones.

Tenemos otra gran preocupación que queremos decir con claridad, rechazamos la persecución sindical y a la caza de brujas hacia profesionales de la educación comprometidas y comprometidos con la educación pública uruguaya. La lógica del amedrentamiento ejemplarizante no debe primar nunca en una democracia consolidada como la nuestra. El debate y la discrepancia tienen que tener espacio siempre, pero esto es insostenible.

Saben que el movimiento sindical es solidario y desde sus raíces tiene claro que el problema no es con una organización sindical, es con todo el PIT-CNT, respaldaremos a nuestros compañeros y compañeras hasta el final, pero les queremos decir frontalmente que la grieta a la que hacen referencia todos los días, las construyen con acciones de difamación, persecución y permanente desprestigio.

Finalmente compañeras y compañeros, luego de estos últimos tiempos, donde hemos dejado toda nuestra militancia en defensa de nuestros derechos y de los que menos tienen para que “los más infelices sean los más privilegiados”, renovamos el compromiso de avanzar en esta dirección.
El movimiento sindical mantiene intacta la memoria, por justicia por los desaparecidos y nunca más dictadura!!!

Porque hoy, al igual que todos los días, es un día de lucha y también de celebración, por la unidad de nuestro movimiento sindical, para seguir siendo
constructores de esperanza y sueños colectivos, para continuar persiguiendo la justicia, la solidaridad y la defensa de nuestros derechos.

VIVAN las y los trabajadores

Que viva el PIT CNT

 

Publicado en Noticias y Novedades
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