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La escuela continúa siendo un agente de socialización que privilegia la educación política, en el entendido de que a través de las prácticas
de enseñanza facilita herramientas a los ciudadanos para participar en el mundo en el que viven, transformarlo y transformarse en él.
Estas prácticas varían (o deberían variar) en su intencionalidad, contenido y modalidad de acuerdo al contexto histórico social en el que
se inscriben.
Hoy es una preocupación a la vez que un desafío, atendiendo a las demandas de una sociedad con características particulares, incluir entre estas prácticas pedagógicas, aquellas que tienen por propósito la formación ética y ciudadana de nuestros alumnos.
Por eso, el presente artículo pretende fundamentar una propuesta de enseñanza sobre una temática que corresponde a “Ética” dentro
de “Construcción de Ciudadanía”, así como aproximar conceptos posibles de abordar y líneas orientadoras para su desarrollo.

Publicado en Revista 132

Este trabajo pretende ofrecer elementos para abordar diferentes temáticas, atendiendo a la multiplicidad de perspectivas que es posible
reconocer en cualquier hecho o fenómeno social. Se divide en tres partes vinculadas a través de una fundamentación para la actividad
propuesta.
La primera es una exposición teórica acerca de la complejidad de la realidad social y todo lo que eso acarrea a la hora de abordar determinados
temas en el aula; y una explicación de algunos términos que entran en juego en muchos temas de Ciencias Sociales.
En una segunda instancia, una breve presentación de ciertos aspectos a tener presentes cuando trabajamos, con la idea de que pueda ser
útil para resolver situaciones que se le presenten al docente en relación a estos abordajes.
La tercera parte presenta una propuesta de enseñanza a modo de ejemplo, con la posibilidad de ser reinventada según las necesidades o
los propósitos que demande cada situación.

Publicado en Revista 132

El presente artículo está basado en Jóvenes al ruedo, de autoría de Silvana Bruera y Mariana González (Agosto 2007). Cuaderno para Capacitar, elaborado en el marco del Programa Red Mujer y Hábitat, PROGRAMA REGIONAL Ciudades Seguras: Violencia Contra las Mujeres y Políticas
Públicas, UNIFEM. Coordinación General: Ximena Machicao Barbery (REPEM).

La recuperación, el cuidado, el uso y el disfrute de los espacios públicos de la ciudad como lugar de encuentro son, sin duda, tarea de las
autoridades, pero también hay un rol importante de todos sus habitantes. Los espacios públicos como lugares de convivencia y disfrute son un
derecho que hace parte del derecho a la ciudad; promueven el encuentro, fortalecen los lazos, la identidad y el sentimiento de pertenencia y
apropiación. Cada sociedad necesita –para permitir un verdadero desarrollo humano de sus miembros– establecer lazos de confianza y seguridad.
Solo en ese clima es posible el despliegue de las capacidades personales y el aporte a un proyecto común. Ese es un desafío inmenso que requiere de una activa participación de cada uno de sus integrantes.

Publicado en Revista 132
Sábado, 26 Enero 2019 12:16

Construcción de Ciudadanía

El Programa Escolar vigente incorporó Construcción de Ciudadanía entre las disciplinas escolares, abarcando bajo ese título diversos aspectos que hacen a la formación del ciudadano.
Estos aspectos incluyen saberes que pertenecen a distintos ámbitos del conocimiento, tanto los elaborados por distintas disciplinas como el “saber común” que portan quienes participan de la vida escolar (alumnos, docentes, comunidad).
Los saberes disciplinares involucrados integran, según indica el Programa Escolar, saberes filosóficos, antropológicos, sociológicos, políticos,
jurídicos y psicológicos.
Se jerarquizan la Democracia como forma de vida, los Derechos Humanos como valores universales y la Cultura de Paz.

Luego de revisar la concepción de ciudadanía a través de la historia, el Programa Escolar señala que es preciso apuntar a la construcción de una concepción alternativa de ciudadanía desde una perspectiva multidimensional: civil, política y social.

Advertimos que el reto pedagógico es enorme. Se nos propone, desde una multiplicidad de aportes de diferentes fuentes, elaborar proyectos
de enseñanza que más que transmitir contenidos, logren moldear en cada uno de nuestros niños un ciudadano crítico, responsable, solidario, cooperativo, con capacidad de resolver conflictos pacíficamente y partícipe activo de los asuntos de su comunidad local, de su país y del mundo.

Ante este desafío, en el presente número ofrecemos algunas propuestas elaboradas por docentes y profesionales de diversas áreas relacionadas con la temática, con el fin de contribuir en alguna medida a la difícil tarea que se le presenta a los maestros.

Publicado en Revista 132

Los asuntos importantes en la formación de una persona pasan por las aulas, porque es el espacio donde el conocimiento tendrá sus raíces,
es el lugar donde se construye identidad.

Los maestros uruguayos asumimos siempre un rol activo y consciente en la construcción de escuelas democráticas.

Poner en práctica una metodología activa entre los alumnos exige movilidad, una forma de organizar los espacios y los tiempos, rutinas
que propicien la participación en la escuela.


Fomentar la participación activa en la vida de la escuela y del entorno, formar ciudadanos en el sentido profundo de educación para los
Derechos Humanos en una cultura democrática, exigen ideas en la mente y prácticas instaladas como rutinas en la institución.
El involucramiento en acciones solidarias, participaciones cargadas de simbolismo que generen cultura que habilite a todos como sujetos
de derecho, y como ciudadanos activos y comprometidos.

Publicado en Revista 130

El presente artículo tiene la finalidad de compartir con colegas una experiencia pedagógica, en la que se propusieron generar las posibilidades para un aprendizaje integral del que los niños pudieran sentirse protagonistas.
Es posible hoy, en el sistema educativo, generar lógicas alternativas en este territorio complejo que se denomina aula. Se entiende que la educación debería tender a generar autorías de pensamiento a partir de procesos que habiliten la creación, deconstrucción, construcción y transformación de realidades.
Esta experiencia fue realizada en un grupo de sexto grado, mediante el desarrollo de una unidad didáctica que se apoyó fundamentalmente en las Áreas del Conocimiento Social y Artístico, que se fue modificando y enriqueciendo en el proceso.

Frente al abordaje de la historia reciente de nuestro país, vinculado al interés de los niños por el teatro, se decidió proponer al grupo la realización de un proyecto teatral: transformar un cuento en una obra de teatro, y ellos fueron responsables tanto de la adaptación del texto como de su puesta en escena.

Publicado en Revista 125

Pensar y escribir este artículo tiene por finalidad presentar en una propuesta integrada, desde una temática específica, aquellos elementos que consideramos fundamentales a la hora de enseñar Ciencias Sociales: la dimensión conceptual (macroconceptos y conceptos específicos) y la forma como se construye el conocimiento social (el método). La propuesta se elabora con énfasis en la dimensión explicativa.
Al seleccionar los temas que se convertirán en contenidos de enseñanza, el docente debe identificar los conceptos específicos que permiten explicarlos, y las dimensiones temporales y categorías espaciales desde donde es posible abordarlos. En esta perspectiva, la consideración de los sujetos es fundamental para
entender los contextos en los que intervienen y los espacios que modifican con sus acciones e intenciones.
Esta forma de organizar los contenidos y la enseñanza puede resultar de utilidad ante la variedad y cantidad de temáticas que aparecen en cada grado en el programa escolar. Esta realidad nos obliga a seleccionar información y adaptarla, considerando la construcción que han realizado las diferentes disciplinas y las características de los alumnos con los que trabajamos. 
Al igual que los investigadores sociales, debemos proponernos explicar y comprender los fenómenos y procesos sociales. La simple descripción de los acontecimientos o la memorización de datos no aportan la explicación necesaria para comprender dichos sucesos. Es necesario buscar y construir razones que permitan explicar y entender la realidad social a través de la problematización de los fenómenos (elaboración de preguntas), la construcción de hipótesis que se basen en información y la búsqueda de evidencias que permitan confirmar, ampliar o refutar las respuestas tentativas propuestas. 

Otra especificidad en la enseñanza de las Ciencias Sociales es el trabajo conceptual. Los macroconceptos o “mirada específica” de las disciplinas que aquí incluimos son: tiempo histórico, espacio geográfico y sujeto social. Estos no se trabajarán de forma explícita en la escuela, sino a través de otros conceptos propios de cada temática seleccionada.
Incorporamos también algunos conceptos específicos: construcciones disciplinares que sirven para explicar e interpretar los fenómenos sociales, y establecer relaciones entre los distintos niveles de la información.

Publicado en Revista 123

En Ciencias Sociales existen muchos datos y hechos que se adquieren como contenidos factuales, el conformarnos solamente con este nivel de información coloca a la enseñanza del área en un plano puramente descriptivo. Para lograr sentido, significado y darle al conocimiento social un marco explicativo es necesario abordar el otro nivel de información: los contenidos conceptuales.
El propósito de este trabajo es relacionar aspectos teóricos sobre la importancia de la dimensión conceptual como uno de los niveles de información que componen el conocimiento social, con una propuesta realizada en primer ciclo (alumnos de Inicial: nivel 4, nivel 5; primero y segundo grado). Se trabajó en la modalidad de proyectos: La máquina del tiempo; dentro de este se tomó, como recorte, a nuestros pueblos originarios, los primeros cazadores.

Proyecto realizado en el marco del Curso II – Apoyo a la implementación de proyectos de Ciencias Sociales en las Escuelas de Tiempo Completo. PAEPU-ANEP/CEIP/BIRF.

Publicado en Revista 122

El trabajo con el Congreso de Abril y sus documentos constituye una muy buena oportunidad para abordar los conceptos específicos de “federalismo”, “revolución política” y “soberanía particular de los pueblos”, dado que los atributos o notas definitorias de dichos conceptos están presentes en los documentos y en el desarrollo de los acontecimientos. Recordando
que los conceptos específicos son contextualizados y no se pueden aprender de forma aislada (Rostan), los acontecimientos de 1813 sirven de forma significativa para trabajar con el federalismo o la revolución política en la coyuntura revolucionaria.

La temática escogida permite traer al aula también el análisis de una fuente primaria como lo son los documentos del Congreso, posibilitando un abordaje desde lo metodológico de la Historia, es decir, convertir –mediante preguntas– al testimonio en un documento histórico en tanto pueda arrojar respuestas a mis preguntas, formular hipótesis, y corroborarlas o no. El trabajo desde lo metodológico permite transparentar las formas de construcción del conocimiento social (Rostan), además de que contribuye a forjar la noción de la realidad social como el resultado de una construcción, y no de un fenómeno dado.

 

 

Publicado en Revista 119

Este artículo tiene la finalidad de mostrar, a través de la planificación de un proyecto sobre la esclavitud, que el método es un contenido de enseñanza fundamental en el área de Ciencias Sociales, y uno de los aspectos centrales es la forma en la que se produce el conocimiento a enseñar.
Por otro lado, el proyecto fue planificado para trabajar con alumnos de Nivel 5 años, primero y segundo, lo cual permite ver como es posible introducir el concepto de esclavitud en los primeros grados realizando una propuesta de taller a nivel de Primer Ciclo.
El abordaje de dicho concepto con los alumnos más pequeños ofrece la posibilidad de trascender el tradicional estudio que se realiza con ellos, en el que se muestra al esclavo solamente como un vendedor ambulante. Se trata de ir más allá de lo anecdótico, buscando una “puerta de entrada” distinta para el conocimiento y la comprensión de lo social trabajando, con inicial y primer nivel, aspectos que forman parte de lo desconocido, lejano, complejo y abstracto.

Considerar el método como contenido de enseñanza permite que los alumnos entiendan el conocimiento social como algo abierto, provisorio, complejo, en permanente construcción; también incrementa las capacidades de los niños a la hora de formular preguntas, buscar evidencias y evaluar interpretaciones con el uso de diferentes fuentes.

Publicado en Revista 118

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