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A la hora de pensar qué enseñamos cuando enseñamos Geometría, debemos realizar un análisis de las prácticas docentes. Entender que las actividades de Geometría deben ir más allá de las definiciones y descripciones de figuras, implica orientar las acciones pedagógicas para que los estudiantes logren desarrollar habilidades de análisis de las características y propiedades de las figuras geométricas.

En este sentido es necesario promover la elaboración de argumentos, modelizaciones, potenciar el razonamiento espacial y establecer relaciones intra
e interfigurales. Saber Geometría «implica inferir a partir de datos y con el apoyo de las propiedades, relaciones que no están explicitadas y que llevarán a establecer el carácter necesario de los resultados de manera independiente de la experimentación» (Itzcovich, 2005:12).

Publicado en Revista 161

Se acordó que la idea de energía a manejar en sexto grado como una primera aproximación sería: Todas las formas de energía tienen la capacidad
de producir efectos, cambios o transformaciones; se trata de una propiedad del sistema y no de un cuerpo aislado.
De esta manera se avanzaría desde la idea –manejada en los primeros grados– de que la energía “hace cambios”, hacia la idea de que además tiene
la capacidad de producirlos, centrando el análisis en el sistema implicado. Así se minimizarían los riesgos de obstaculizar una comprensión más adecuada en años posteriores. Al diseñar la enseñanza se resolvió tener en cuenta que: 
► La energía es una idea científica creada para explicar el mundo, no un objeto real.
► Es una propiedad general de los sistemas que sirve para caracterizarlos, porque nos proporciona una idea de la capacidad que tienen esos
sistemas para “hacer” algo. 
► Puede transferirse de un sistema a otro y transformarse de una forma a otra.
► En ese proceso se degrada.
► Puede medirse, es una propiedad cuantitativa de los sistemas.
Desde el punto de vista didáctico se priorizaría el trabajo con ejemplos paradigmáticos para favorecer el proceso de modelización, de la elaboración de ideas con las que los alumnos intentasen explicar la realidad.
Al analizar las implicancias didácticas de la clasificación de la energía mecánica que el programa requiere, se consideró importante: 

- resaltar que la energía puede encontrarse almacenada –energía potencial– para favorecer su conceptualización como capacidad de producir
cambios;
- incluir situaciones en las que se apreciase la posibilidad de cambios aunque estos no se estuviesen produciendo, como indicador de que los
cuerpos/sistemas implicados tienen energía. (cf. García-Carmona y Criado, 2013).

Publicado en Revista 156

Denominamos así al abordaje de la Geometría del Espacio a través de los recursos de Realidad Aumentada existentes y a disposición de la enseñanza.
«Artistas, constructores, arquitectos, ingenieros, diseñadores de todas las culturas y épocas han tratado con el problema de la representación
de formas tridimensionales en superficies bidimensionales e, inversamente, el reconocimiento de la forma tridimensional a partir de la
bidimensional (Senechal, 2008).» (apud Grossi y Sgreccia, 2015)
Los recursos de Realidad Aumentada vienen a salvar este problema; nos permiten visualizar –a través de marcadores creados a tal fin– las figuras 3D
en el espacio, nos permiten moverlas, ver las caras ocultas, girarlas, descubrir sus propiedades, etcétera.
De esta manera, los niños se asombran, se divierten, juegan, “manipulan” a través de un recurso que, mediante la intervención didáctica del docente, 
permite problematizar el contenido matemático que se desea enseñar.

Publicado en Revista 143

Se realizó un análisis de la modelización realizada y las representaciones que denotan los dibujos, nos permitieron visualizar algunos avances en las ideas acerca de los movimientos de los astros en el sistema Sol-Tierra-Luna. Sin embargo debemos dudar, estas nuevas ideas, ¿representan un convencimiento momentáneo en el niño o implican una comprensión que puede realmente trascender en el tiempo? De cualquier forma sabemos que simplemente fue un comienzo, las actividades propuestas lograron poner en juego los modelos mentales que tenían sobre estos fenómenos. A lo
largo del año y de la escolaridad será necesario potenciar el diálogo entre la observación de la realidad y el proceso de imaginación y de abstracción necesario para el aprendizaje de los conceptos astronómicos.

Publicado en Revista 142

Aporte de las maestras Soraya Aguirre y Alicia Sellanes Maestras de Educación Inicial. Salto. Integrantes del Equipo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias Naturales, revista QUEHACER EDUCATIVO.

¿Qué es eso que no veo, pero está?

Artículo que aporta el trabajo realizado con niños y niñas que conocieron sobre diferentes tipos de virus que están presentes en el ambiente y comenzaron a construir sus primeros modelos sencillos al respecto.


Se incorpora a la entrega, un archivo adjunto, en donde el lector puede escuchar las explicaciones que Nahuel le da a un compañero que había estado enfermo. En ese relato de las actividades que habían realizado, manifiesta las explicaciones que se fueron dando en el proceso, algunas de las hipótesis elaboradas, la búsqueda de información, para concluir fundamentando las acciones a tomar.


Las familias tuvieron la oportunidad de conocer junto a sus hijos el comportamiento de los virus y las medidas de prevención para evitar su propagación. Fueron partícipes activas de este proceso a través de preguntas, de la comunicación de la información, de la elaboración de afiches para colocar en el barrio, incorporando conscientemente las medidas sanitarias dispuestas en la escuela.


Los docentes tenemos el desafío de contribuir, desde el Área del Conocimiento de la Naturaleza, a una formación ciudadana que ponga en valor algunas competencias científicas que la sociedad considera “deseables” para las nuevas generaciones, tales como la argumentación, la modelización, el pensamiento autónomo y reflexivo, la lectura crítica de la información circulante y la actuación razonada y con criterios. Debemos navegar en una escuela que ayude a dialogar con la incertidumbre.

Cómo citar el artículo:

AGUIRRE, S.; SELLANES, A. (2020) ¿Qué es eso que no veo, pero está? Quehacer Educativo. FUM-TEP. Disponible en https://www.fumtep.edu.uy/

Publicado en Noticias y Novedades

En el año 2015, el Equipo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias Naturales, bajo la tutoría de la Doctoranda María Dibarboure, se propuso reflexionar sobre la Química y su enseñanza para luego seleccionar un aspecto relevante a investigar.
El proceso comienza con la lectura de artículos de distintos autores a los efectos de definir el marco de la Química como disciplina. ¿Qué se pregunta? ¿Qué estudia? ¿Cuál es la metodología que utiliza para producir su conocimiento? ¿Cuál es su territorio epistemológico? ¿Qué ha pasado con el tiempo, mantiene sus interrogantes? ¿Promueve otras? 

La Química se ocupa de la materia en su generalidad –materiales, sustancias, elementos y compuestos, tanto naturales como sintéticos– sus  interacciones y transformaciones. Hace una mirada macro a las propiedades, identifica y estudia comportamiento. También propone “modelos de” para una mirada micro que permita, en principio, explicar las propiedades macroscópicas. Se trata de una disciplina que se define experimental. Busca evidencias que posibilitan la construcción de ideas, modelos, teorías.

El grupo selecciona el modelo corpuscular como contenido de enseñanza y se pregunta: ¿qué modelo corpuscular de la materia enseñar?, ¿qué criterios usar para los diferentes niveles?, ¿el mismo en toda la escolaridad?, ¿por qué razones?

El planteo que el equipo viene trabajando desde hace años con la convicción sobre la importancia de desarrollar, desde el comienzo de la escolaridad, una actitud de modelización por razones epistemológicas, pero también por los desarrollos cognitivos que los modelos pueden promover.

Publicado en Revista 140

El presente artículo resume y amplía algunas ideas respecto al Modelo Corpuscular de la Materia, su aprendizaje y su enseñanza, que pudieron
ser expresadas en varios números de esta revista. Pretende ser un material que dé fundamento a los diferentes trabajos que el equipo de investigación de la revista viene realizando respecto a este contenido, y al mismo tiempo dé referencia para quienes trabajen con y sobre él. En las premisas de partida señalaremos aspectos que entendemos deben tenerse en cuenta desde la perspectiva del aprendizaje y desde la enseñanza para cualquier contenido de ciencias, para luego remitirnos a las especificidades del modelo.

Publicado en Revista 140
Jueves, 23 Julio 2020 15:44

Presentación. No puede ser

Quizás muchos de ustedes al leer la portada de la revista hayan pensado: ¿“Modelo Corpuscular de la Materia de Inicial a sexto”? No puede ser, es un contenido de sexto grado. ¿Qué están proponiendo?, ¿más contenidos?

Algo similar sucedió cuando María Dibarboure nos planteó trabajar esta temática. Sin embargo, los integrantes del equipo estamos convencidos del rol fundamental que juegan los modelos y el proceso de modelización en la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias, por eso rápidamente nuestra respuesta fue positiva. Sabíamos que no se trataba de incorporar nuevos contenidos a un programa de por sí atiborrado; se trataba de pensar e investigar un nuevo enfoque didáctico para enseñar la materia, sus propiedades y sus transformaciones desde una mirada tanto física como química.

Hoy estamos en condiciones de cambiar el título de esta presentación: SÍ, PUEDE SER...
Los invitamos  a leer...

Publicado en Revista 140

La investigación sobre la concepción de ciencia que tienen los escolares uruguayos a través de las representaciones que explicitan del científico y su contexto, realizada por el Equipo de Investigación en enseñanza de las Ciencias Naturales, proporcionó una serie de evidencias interesantes para la continuación del trabajo. 

Se consideró necesario intervenir en tres aspectos: en la imagen del biólogo (científico más dibujado por niños de 5 años); en el campo de estudio de la biología y en la manera de enseñarla, que requiere incorporar algunos aspectos de la naturaleza de la ciencia para poder lograr una imagen crítica sobre el funcionamiento de la misma, sus alcances y limitaciones. 

En este artículo, se eligió enfocar en el tercer aspecto, en particular el campo: la relación entre el conocimiento científico y el mundo natural; el carácter modélico del primero establece una relación de similitud con el sistema que representa al segundo o a parte de él. 

Publicado en Revista 123

Seleccionar nuestro aporte al tema de la revista fue una tarea compleja. ¿Qué jerarquizar? ¿Con qué criterios? ¿Cuáles son las mayores dificultades al momento de organizar la enseñanza?
¿Cuáles podrían resultar pasibles de ser modificadas para comenzar a superarlas? ¿Qué líneas directrices serían las más potentes y fructíferas?
¿Qué ejes conceptuales podrían generar exploraciones para innovar?
Partimos del supuesto que enseñar la ciencia escolar requiere: enseñar a pensar –elaborar modelos explicativos de la realidad–, a hacer –intervenir en esa realidad– y a comunicar –generar lenguajes que relacionen los modelos con las intervenciones–. Por lo tanto hemos de organizar a la vez lo teórico, lo experimental y lo lingüístico;
lo que cada grupo en particular puede pensar, hacer y decir para aprender lo esencial de esa ciencia (Izquierdo, 2005b).
Decidimos tomar tres aspectos de la actual agenda de la didáctica de las ciencias: integración de saberes, el papel de la lengua en el aprendizaje de la ciencia y el proceso de modelización.
En cada uno de ellos se presenta el marco teórico que lo fundamenta y se desarrolla una propuesta de enseñanza para determinado nivel o grado escolar. Por último incorporamos el análisis de una actividad que se centra en los conocimientos que los niños poseen.

Publicado en Revista 123