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El propósito de este artículo es rescatar el sentido pedagógico-didáctico y social de la evaluación educativa. En oportunidades ya se ha destacado que
en la evaluación que se realiza en las instituciones educativas están involucrados no solo los alumnos, sino también los educadores y los padres, y todos poseen su cuota de responsabilidad. No es sencillo establecer cómo se reparten los compromisos o directas implicancias, pero es válido reconocer que cada parte es a la vez un todo que posee cierto peso en los resultados obtenidos.
Un dato de la realidad nos sitúa en un escenario en el cual vemos que el papel del educador ya no está en el centro de decisión de qué y para qué evaluar.  Esta situación crea malestar entre los docentes al tiempo que desprofesionaliza su labor, y dado que no se considera la opinión y participación de los mismos se genera un marco de escaso interés en los resultados producidos.

Los procesos evaluativos están marcando un rumbo incierto; paulatinamente han ganado terreno agentes evaluadores externos a las instituciones
y, en oportunidades, al propio sistema educativo de las naciones involucradas. Se aplican pruebas genéricas, y no se consideran aspectos socioculturales de los países en los cuales se produce la investigación.

La investigación educativa ha pasado de ser un tema de interés del centro educativo, del sistema educativo nacional, a convertirse en una forma
de comparación mundial con intereses particulares, casi específicos de los requerimientos de la Economía. Dicha comparación discrimina regiones y
países; quedan afuera análisis específicos, que tendrían marcado tono explicativo acerca de los resultados obtenidos.

Evaluar en educación requiere de un presupuesto específico. Para los Estados es una actividad que los compromete; han dado su asentimiento en la
participación de dicha medición, y esto provoca fuertes críticas desde los colectivos docentes. Se parte del desconocimiento de aquellos ámbitos académicamente autorizados para la tarea, aspecto nada menor ya que invalida la relevancia pretendida. Las Ciencias de la Educación son evitadas, no se consideran en la planificación, tampoco en la ejecución.
Los resultados buscados y finalmente obtenidos se instalan con fuerza en los discursos económicos, a la vez que recrean la fundamentación acerca de la importancia que supone para los Estados atender el crecimiento del capital humano como factor de crecimiento socioeconómico del país.

En la década de los noventa se advertía acerca de que la evaluación educativa dejaba de ser una actividad marginal, solo de importancia para los escenarios educativos, para ser considerada de interés general; cobraba énfasis la percepción económica, aún incipiente. Se fundamentaba la necesidad de profesionalizar sus métodos y de valorizar los resultados como insumos al servicio de intereses generales.

Tres décadas después se profundizan aquellos supuestos, y los macroinformes generalizan las realidades educativas sin considerar las particularidades
de cada país evaluado. La evaluación en estos tiempos es una práctica que no está aplicada para innovar o mejorar, sino que repara en un desproporcionado interés por los resultados, sin atender los procesos. Tampoco profundiza en los factores influyentes, en los efectos determinantes que subyacen entre dichos resultados.  La información, si bien se centra en el alumno, desatiende el hecho de que este es una parte del proceso educativo o de la relación entre enseñanza y aprendizaje en contextos diversos.

Publicado en Revista 151
Miércoles, 13 Julio 2022 14:56

Presentación- Evaluación

En este número monográfico abordamos el tema Evaluación que, actualmente, presenta gran complejidad en el hacer cotidiano de las escuelas.
Es tal la diversidad de propuestas y orientaciones que circulan dentro del sistema de Educación Inicial y Primaria, que a veces resulta difícil tomar
una posición profesional al respecto: evaluación conceptual, evaluación de contenidos, evaluación de competencias, creación de rúbricas, evaluación en línea...

Desde esta publicación coincidimos con Litwin (1998) en ubicar a la evaluación como un lugar para la buena enseñanza. Implica «atribuirles un valor a los actos y las prácticas de los docentes y atribuirles un valor a los actos que dan cuenta de los procesos de aprendizaje de los estudiantes»

 

 

Publicado en Revista 151
Martes, 12 Julio 2022 02:40

Adónde van los educadores...

La creación de la Universidad de la Educación ha estado en el discurso, contando con el apoyo manifiesto del Consejo de Formación en Educación y del CODICEN de la ANEP, de la declaración de los rectores de Universidades Pedagógicas Latinoamericanas y del último Congreso de Educación.
El parlamento uruguayo tiene una propuesta de ley para estudiar y aprobar si reúne la voluntad parlamentaria. La Universidad de la Educación depende de cuán precisos seamos en hacer comprender que no es un planteo caprichoso, sino una necesidad de abordar la formación de los ciudadanos con un enfoque sistémico.
Sin embargo, la necesaria discusión y los matices que puedan surgir acerca de qué universidad queremos para la formación de educadores no debería enmascarar la necesidad de su creación. Se trata de reconocer parte de lo que ya hemos hecho en la transformación hacia prácticas institucionales propias de los espacios universitarios, pero también de identificar cuánto nos falta, reconociendo que eso que aún nos falta desarrollar, está atado a una legalidad universitaria.

En este contexto nos encontramos discutiendo una estructura académica y un plan que se adecue a las características de un modelo universitario de formación. La clave está en que estos cambios se procesen en estructuras de participación de los órdenes, tales como las Comisiones de Carrera y la Comisión de Enseñanza y Desarrollo Curricular. Es de destacar el esfuerzo que han hecho los representantes docentes y estudiantiles que integran estos espacios, contribuyendo a crear una cultura de la participación más cercana al cogobierno de los ámbitos universitarios.
Finalmente, dejar en claro que desde el espacio de los consejeros electos por los docentes y los estudiantes se ha trabajado con una fuerte convicción de que la institucionalidad la construimos haciendo, reflexionando y dando cuenta de nuestras acciones. 
Transitar hacia la Universidad de la Educación autónoma y cogobernada es una meta que no admite postergación.
Como siempre, los desafíos que nos interpelan son múltiples, y asumirlos como orden es un paso que hay que dar con firmeza pero sin prisa, con el fin de desarrollar un camino seguro para la formación de los educadores uruguayos, la construcción de ciudadanía y el fortalecimiento de la democracia en clave latinoamericana. 
«...A casi cien años de la reforma de Córdoba, entendemos la misión de la universidad latinoamericana como un legado transformador de la sociedad, que interpele y responda a las circunstancias vitales de los pueblos...» (REDUCAR, 2017)

Publicado en Revista 150

¿Para qué enseñar artes en la escuela? ¿Hay niños que poseen talento artístico y otros que no? ¿Todos los pequeños son creativos y espontáneos? ¿Cómo deben intervenir los maestros en los procesos artísticos, qué se debe enseñar? ¿Qué tipo de saber es el arte? ¿Qué valor social y personal tienen las enseñanzas artísticas?
Varias de estas preguntas tienen más de cien años, sin embargo siguen sonando fuerte, tan fuerte como las respuestas que ya se han dado y las que continuamos creando en el marco de nuevas inquietudes y desvelos. 
En este artículo, se aportan algunos apuntes, a modo de hoja de ruta, para transitar el debate.

Publicado en Revista 150

El juego es una actividad que se utiliza para la diversión y el disfrute de los participantes; en muchas ocasiones incluso como herramienta educativa. Los juegos son considerados como parte de una experiencia humana y están presentes en todas las culturas.
En el año 2017, en nuestra escuela se realizaron actividades de construcción de juegos en cuarto y quinto grado, con dos fines fundamentales:
► Mejorar la convivencia a la hora del recreo.
► Generar conciencia sobre el cuidado del ambiente y la reutilización de materiales.
Con material reciclado se elaboraron baleros, un futbolito, distintos juegos para embocar y conteo de puntos. En el patio del recreo se pintaron los tableros de cuatro en línea y de ajedrez. Las piezas están a disposición en el recreo y los niños se organizan para jugar con estos tableros gigantes. También se generaron tableros pequeños de damas, cebollitas y ta-te-ti, con sus respectivas instrucciones.
Este año, la escuela se embarca en otro aspecto: los juegos de mesa universales y multiculturales, que atiendan a aspectos como la estrategia, la utilización de análisis retrospectivos y prospectivos, juegos alejados en el tiempo y en el espacio, pero compartidos por distintas culturas, en diversos tiempos históricos.

 

Publicado en Revista 150

En estos tiempos emergen diferentes voces que izan las banderas para cambiar la escuela; esta polifonía puede traer aparejados una serie de riesgos que debemos atender. Reconocemos la complejidad de lo educativo, por lo cual toda propuesta que simplifique la temática y proponga soluciones mágicas debería, por lo menos, ser mirada con un dejo de sospecha. Sostenemos firmemente la idea de que las alteraciones a la forma escolar pueden ser el umbral que haga transitar a los diferentes colectivos docentes hacia la construcción de una escuela para todos, pensada en términos
de justicia, alejados de la dicotomía exclusión-inclusión tan presente en los discursos sobre lo educativo. 
Las alteraciones a la forma escolar y todos los cambios que se plantean e impulsan, deben ser pensados reconociendo explícitamente el rol protagónico que las maestras y los maestros deben desempeñar en los mismos. Impulsar experimentaciones y cambios, así como su difusión e intercambio, es fundamental para promover, desde esa instancia, los sustentos prácticos que respalden las mejoras educativas esperadas desde los ámbitos de decisión, tanto en las esferas técnicas como en las administrativas y políticas.

Elaborado por el Grupo de trabajo e investigación sobre Forma escolar y Experimentación pedagógica, coordinado por el Dr. Felipe Stevenazzi e integrado por: Florencia Ascárate, Eduard Conrado, Victoria Díaz, Helen Dorrego, Juan Pablo García, Yohana Muñoz, Fernanda Settimano, Daniela Velázquez, Maria José Volpe, Shirley Young.

Publicado en Revista 150

En este breve artículo pretendo describir y valorar una experiencia de cualificación de maestras y maestros uruguayos de educación inicial y primaria en servicio, que ha sido encarada a partir de actividades de introducción a la investigación en didáctica de las ciencias naturales. Tal experiencia, sostenida a lo largo de una década, pone el foco en que un grupo de maestras y maestros con distintos tiempos de tránsito por el sistema educativo indaguen críticamente sobre sus propias prácticas de aula, utilizando para ello algunas herramientas teóricas y metodológicas tomadas del campo de la actual investigación educativa. 

Se trata de la puesta en funcionamiento de un colectivo de trabajo, conformado por una docena de maestros de escuelas públicas de diferentes regiones del Uruguay, que se reúnen periódicamente, acompañados y ayudados por diversos asesores, para repensar las estrategias de enseñanza que implementarán en sus clases a la luz de los insumos conceptuales y prácticos provistos por la didáctica de las ciencias naturales como disciplina académica. El encuadre es, como adelanté, la “inducción” de estos maestros en algunas prácticas de investigación didáctica específica.  El lugar que puede ocupar la investigación (algunas veces científica y, mucho más a menudo, educativa y didáctica) en la formación inicial y continuada, y en la
labor diaria del profesorado, es controversial. Ha sido discutido desde diferentes posicionamientos teóricos, profesionales y políticos (ver, por ejemplo, el texto fundacional de Porlán Ariza [1987] o dos revisiones más recientes: Ceniceros Cázares [2003] y Solbes et al. [2018]). Al respecto, en la  literatura pedagógica pueden encontrarse posturas que van desde separar la “noosfera” de la investigación educativa y la praxis profesional del maestro, señalando sus lógicas disjuntas, hasta afirmar que la investigación de las propias prácticas es el rasgo caracterizador de los docentes entendidos como profesionales críticos. Entre estos dos polos conviven diversas miradas intermedias.

En la amplia bibliografía disponible es dable identificar consenso sobre que resulta necesario que las maestras y los maestros cuenten con un «conocimiento consciente, racional, y en cierta manera científico, de los procesos y elementos más significativos del aula» (Porlán Ariza, 1987:65). Sin embargo, hay posiciones encontradas en torno a si la investigación sobre la enseñanza, en alguna de sus múltiples modalidades, es un medio necesario o suficiente para la construcción de tal conocimiento.
Para describir y valorar la experiencia que recupero aquí, voy a considerar que, para los maestros, la investigación didáctica constituye solo un modo más de reflexión y de acción sobre sus prácticas docentes reales, con valor formativo y profesionalizante. Tal modo, no exento de dificultades, tendría algunos aspectos valiosos que me interesa rescatar. En este sentido, desde el inicio de este artículo pretendo afirmar que hacer investigación didáctica no es, en mi opinión, ni un requisito indispensable para el currículo de formación del profesorado, ni una estrategia o contexto privilegiado para su profesionalización, ni un rasgo particularmente constitutivo del colectivo docente como tal.

En las páginas que siguen, quiero entonces discutir las características del dispositivo de cualificación docente en el que estoy implicado, y revisar su relación con la profesionalización de las maestras y los maestros participantes.

Publicado en Revista 150

Este trabajo presenta una síntesis de la investigación Trayectorias educativas de estudiantes de formación docente magisterial en Uruguay: análisis de narrativas biográficas sobre la experiencia de estudiar y la construcción de identidad docente en un centro de Montevideo. Su eje de interés refiere al campo temático de la construcción de la identidad docente, por la importancia que posee dicho proceso (cómo se aprende a ser docente) en sus prácticas profesionales y también en las posibilidades de generar procesos de transformación pedagógica en contextos de cambio de las realidades
educativas (Hernández, 2010; Pérez Gómez, 2010 y 2012; Tenti Fanfani, 2010; Sancho et al., 2014; Murillo Arango, 2015).
En el escenario de los aspectos de la formación docente que actualmente requieren atención académica, se interesa por las relaciones que existen entre
los espacios de formación preprofesional y el proceso de construcción de su identidad. Los docentes que hoy se están formando educarán al menos en los próximos treinta años, de ahí la importancia de aproximarnos a cómo aprenden a ser docentes en esta fase inicial y a cómo ello puede potenciar o no dinámicas de cambio en las prácticas pedagógicas en las instituciones de inserción profesional.

Compartimos la idea de que la identidad docente no es estática ni fija (Hernández y Rifà, 2011b), que tiene influencias múltiples que hacen a su propia biografía y experiencia de estudiante (Goodson, 2004; Bolívar, 2007), que en ella opera tanto una dimensión personal como otra colectiva o social (Hargreaves, 1996; Marcelo y Vaillant, 2009) y que existen al menos cuatro momentos clave: uno previo al ingreso a la formación, otro que son sus estudios formativos, un tercer momento constituido por las prácticas de enseñanza y el último que son sus primeros años de docencia (Bullough, 2000).

En este caso, el foco estuvo puesto en aproximarse a cómo las estudiantes de magisterio del Uruguay construyen su identidad como futuras profesionales en el contexto de un Plan de estudios (2008), de un centro de formación en particular (Institutos Normales de Montevideo) y de una formación en transición hacia un estatus universitario. A partir de las conclusiones y preguntas que  quedaron planteadas en una investigación
anterior (Pérez Gomar y Caneiro, 2013) y de mi rol como docente de dicho centro, se reconocen el valor y la importancia de la experiencia de la trayectoria estudiantil en ese proceso identitario.

Esto no significa desconocer la complejidad del proceso de construcción de identidad docente, donde intervienen múltiples factores. Lo que se quiso visibilizar es cómo los tránsitos (trayectorias) por los planes de estudio y por ciertas dinámicas formativas institucionales e institucionalizadas constituyen un aspecto relevante en los aprendizajes de una profesión, cuestión que suele omitirse en las discusiones sobre cambios curriculares y que son más difíciles de identificar.
Existe una micropolítica institucional que silenciosamente produce subjetividades en torno a la idea de lo que significa ser maestra, sus posibilidades, potencialidades y limitaciones. Que además trasciende las intencionalidades explícitas de un perfil de egreso, incluso muchas veces entrando en contradicción con él (Pérez Gomar y Caneiro, 2013). Los recorridos personales por los planes de estudio y las instituciones formativas dejan
huellas y marcas, que se trasladan al momento de la inserción profesional. Por eso nos interesan las experiencias como estudiantes, ya que también pueden permitir o clausurar las posibilidades de innovación o cambio, que se suelen perder cuando se integran a un centro que posee sus propias lógicas (Chapato y Errobidart, 2008 y 2011). Porque además existe cierta tendencia a reiterar lo que se aprendió durante años de formación inicial y escolarización (Lortie, 1975; Huberman, 1992). Podemos decir entonces que en esa trayectoria y experiencia formativa se construyen posicionamientos personales sobre lo que significa ser docente, lo que sucede en un marco de permanentes tensiones propias de la dinámica de formación de la que son sujetos/sujetados. La visibilización de estos aspectos a partir de sus narraciones autobiográficas nos ayuda a aproximarnos a las posibilidades de constituirse como agentes de cambio para transformar la escuela (y, por lo tanto, la educación), siempre y cuando se logre manifestar ese deseo.

Publicado en Revista 150
  • Florit, H.:  Quehacer Educativo: 150 números haciendo historia. Primer redactor responsable de QUEHACER EDUCATIVO (Segunda época).
  • Capurro, T.: «...somos lo que hacemos para cambiar lo que somos»  Segunda redactora responsable de QUEHACER EDUCATIVO (Segunda época).
  • Xavier de Mello, M. A.; Rey, T.: Quehacer Educativo: Revista, Fondo Editorial y Centro de Formación Permanente. Editora y Codirectora.
  • Albisu, L.: Equipo de Referentes.
  • Rodrìguez Rava, B.: Equipo de Investigación en Enseñanza de la Matemática.
  • Dibarboure, M.; Gesuele, C.; Ithurralde, S.: Equipo de Investigación en Enseñanza de las Ciencias Naturales.
  • Figueredo, M. R.: Grupo de Reflexión sobre las prácticas de enseñanza.
  • Di Biase, A.; Valverde, P.: Grupo de maestros adscriptores.
Publicado en Revista 150
Viernes, 06 Mayo 2022 09:45

Día de las/os trabajadoras/es

DIA DE LAS/LOS TRABAJADORAS/ES

Vivan las y los trabajadores! Las y los abrazo queridas compañeras y queridos compañeros.

Luego de dos largos años sin poder abrazarnos y encontrarnos como nos hubiera gustado, hoy estamos aquí celebrando un nuevo día de las y los trabajadores. Acá estamos reivindicando una vez más, el rol de las y los trabajadores en la construcción de una democracia más justa, solidaria, donde nadie quede por el camino.

Permítanme, hacer un alto y evocar con un aplauso en memoria de los más de 7200 uruguayos y uruguayas, de tantas y tantas familias que perdieron un ser querido, porque esos números que veíamos en las estadística, eran abuelos, hermanos, tíos, sobrinos, hijas o hijas. Permítanme aplaudir a las y los enfermeros, nurses, auxiliares de limpieza, médicos, doctoras, personal de CTI, trabajadores de la salud pública y privada que estuvieron en la primera línea de lucha.. A ellos, a ellas, nuestro eterno reconocimiento.

En todas partes del mundo se recuerda, se evoca y se lucha. Valoremos, valoremos, lo que conquistaron nuestras bisabuelas y nuestros abuelos, nuestros padres, nuestros tíos y nosotras y nosotros mismos. Los consejos de salarios, el aguinaldo, el salario vacacional, las 8 horas para el peón rural, la representación de trabajadores en el BPS y en la vieja Junta de Empleo, germen del Inefop, en la enseñanza pública…. Y no nos olvidamos, porque somos independientes pero no indiferentes ni tontos, en qué período histórico se dio cada conquista. No pegamos al grito, razonamos, argumentamos. Y somos leales. Damos la cara. Lo sabe este gobierno, los anteriores y los anteriores. El movimiento sindical da la cara!!!!

Durante estos dos años, con una de las peores crisis sanitarias de los últimos cien años, el movimiento sindical estuvo a la altura de las circunstancias históricas, en su apoyo a quienes más lo necesitaban. Estuvimos y estamos, organizando y contribuyendo con ollas populares, con organizaciones sociales, en cada lugar que se necesite. Y somos las mismas y los mismos que sin olvidar la lucha y la defensa de los derechos de toda la clase obrera, nos remangamos para lograr ser de los primeros países de Latinoamérica en abrir nuestras escuelas en forma segura. Para que las niñas y niños, que son el centro del proceso educativo, pudieran retornar a clase en forma segura, sabiendo que en momentos de crisis social y económica las escuelas son faro de resguardo, de protección y de cuidado.

La pandemia dejó al descubierto las profundas desigualdades de un sistema que permitió que algunos se siguieran enriqueciendo y que muchas y muchos cayeran en la pobreza y en la pobreza extrema, golpeando sobre todo a los hogares más vulnerables, que de un día para el otro quedaron sin la posibilidad del trabajo. Señoras y señores representantes del gobierno, ustedes ya nos han escuchado. No son opiniones o frases “cargadas de ideología” como algunos escribas repiten. Lo demuestran los números. Como dice la canción: “Unos muchos y otros nada y eso no es casualidad”, como dice “La Rastrojera” de Marcos Velazquez.

Quisiera saludar también a las miles de compañeras que en su lucha feminista posicionan, reclaman y exigen más lugares de participación genuina para las mujeres en espacios de decisión. Un especial reconocimiento a esas mujeres trabajadoras que día a día construyen sueños y transforman el país con su inteligencia y fuerza. Un abrazo a las empleadas domésticas, a las trabajadoras rurales, del arte, de la ciencia y tecnología, a la maestras, profesoras, policías, personal de la salud, del comercio, a las trabajadores sexuales, a las del deporte, de la metalurgia, de la construcción y a cada mujer trabajadora, que día a día levanta la bandera de los derechos y la igualdad.

¿Dónde estamos ? es la pregunta que nos vinimos a hacer hoy

Compañeras y compañeros hoy la gran pregunta que nos vinimos hacer para reflexionar en conjunto es ¿Dónde estamos ? y sobre todo hacia dónde
queremos ir como sociedad. En los primeros tres meses de este año, se consolidó y reforzó la pérdida de salario real y de poder de compra de
trabajadores y trabajadoras. En este primer trimestre el IPC aumentó un 4,4% y los alimentos un 7,1% cifras extremadamente altas considerando los ajustes recibidos por trabajadores públicos y privados. Hablando en criollo, como aprendí en Soriano; cada vez que vamos al almacén o al super nos venimos con menos. ¿ Es así o no es así?

A esta pérdida de salario real tenemos que sumarle el aumento sostenido de la inflación y las medidas tardía e insuficientes del gobierno para evitar que quienes movemos la rueda de la producción, del crecimiento y del desarrollo sigamos perdiendo. Y como movemos la rueda no le ponemos palos, Sino no anda. Un dato más, tanto en 2020 como en 2021 el salario real promedio cayó y está a más de 4 puntos por debajo del nivel que tenía en 2019, antes de que asumiera el nuevo gobierno.

Esto no es un mero capricho por querer acumular, es una cuestión de justicia, y en cientos de miles de hogares, se trata de poder sobrevivir. Hoy reclamamos por quienes con su trabajo diario no pueden llegar a fin de mes, y sobre todo estamos aquí para pedir que se creen más puestos de trabajo porque estamos convencidas y convencidos que la creación de empleo es un derecho humano fundamental y una necesidad irrenunciable si pretendemos avanzar por el camino de la equidad, la dignidad, la justicia y donde todas y todos tengamos verdaderas oportunidades.

La única certeza de estos tiempos es que: Aumentó todo y hay uruguayas y uruguayos pasando mal. Y no vengan a decirnos ¿donde están? Solo levanten la vista, piensen en los jubilados, en aquellos que después de haber trabajado toda una vida, hoy tienen que hacer magia para subsistir.
Por esta razón quiero, una vez más, resaltar que las medidas anunciadas por el gobierno son insuficientes y llegan tarde. Con panza a medias o vacía, sabemos que cuesta aprender.

Y la verdad, no nos queremos acostumbrar a que nuestra gente pase por esto, de ninguna manera. Estas medidas tampoco abarcan a todos los hogares y ni siquiera a todos los ocupados. Los trabajadores informales, los trabajadores por cuenta propia, monotributistas y demás uruguayos que viven de su trabajo, claramente quedan por fuera. Reivindicamos al profesional universitario como trabajador. 

Actualmente una gran parte de ellos sufre por un sistema jubilatorio desajustado a la realidad actual del profesional y en muchos casos vulnerando su derecho al trabajo, por no poder llegar a un ficto, entre otras cosas; dejando a su vez, algunos sectores de profesionales indefensos ante la imposibilidad de ejercer y desempleado. Esto también afecta a la ciudadanía en general ya que propende a disminuir la diversidad en la elección de servicios.

Esta es una realidad que debe ser encarada por todo el sistema político sin más dilaciones.

Más que nunca necesitamos políticas que aseguren que nadie quede relegado

 

Quiero reivindicar también, el compromiso de esta central única de trabajadoras y trabajadores, con el diálogo y la mano tendida al gobierno para
construir los mejores acuerdos. Por eso entendemos que el lugar para debatir estos elementos, es el ámbito de la negociación colectiva. Esto significa
construir democráticamente, no se pueden transformar los ámbitos de negociación colectiva en un lugar donde se informa lo ya decidido.

Luego de consolidada la LUC, porque así lo quisieron la mayoría de los uruguayas y uruguayos, parece que el gobierno ha decidido transitar por la
construcción de una transformación de la educación pública. Por estos días está impulsando una reforma sin participación de los profesionales de la
educación que día a día están en las aulas. Ah…Es cierto, convocó a una ATD de todos los subsistemas el mismo día, jueves 28 de abril pero una real
participación es mucho más profundo que presentar un documento y discutirlo en un solo día. Dialoguemos de verdad, dejemos la ficción para el cine y los libros.

Desde siempre los sindicatos de la educación hemos estado a disposición para dialogar, transitar y construir de manera conjunta, entendiendo que en
educación no puede obviarse ninguna voz.

La pandemia nos demostró que con docentes y funcionarios se puede contar, que trabajar desde la casa no es más fácil como algunos dicen, es mucho más complejo sostener la familia mientras se trabaja, se pudo lograr gracias al gran esfuerzo de los trabajadores de la educación, mi reconocimiento a cada uno de ellos.

Sabemos que los recortes de la educación afectaron directamente a la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes, hay muchísimos menos
grupos en la UTU, y en Secundaria, el número de estudiantes por grupo es mayor, el rubro comedor quedó sin incremento, y en medio de todo esto no obviemos la injerencia del MEC dando pautas para un título universitario sin formación universitaria.

Pero la pandemia también demostró que la escuela sola no puede y no debe poder, en este sentido, empezamos a observar los impactos en la salud
mental, en la de nuestras y nuestros chiquilines, en las de sus familias, y por supuesto, en la de trabajadores y trabajadoras. Creemos que este tema debe plantearse seriamente, como un aspecto estructural de la vida de nuestra sociedad.

Hace pocos días se dieron a conocer datos sobre la violencia en los hogares, vemos con preocupación ese 43% que tiene cara de niña, niño y adolescente a quienes como sociedad debemos proteger. Porque erradicar la violencia infantil no puede ser solamente un slogan publicitario. Porque el crecimiento de la pobreza y la violencia infantil está perjudicando directamente a nuestras infancias. Si no podemos trabajar para revertir estas crudas realidades estaremos condenados como sociedad a sufrir las consecuencias.

A su vez, es fundamental que el sistema de cuidados de nuestro país no siga en un proceso de deterioro, y precarización de las condiciones laborales de trabajadoras y trabajadores. Es gracias a los cuidados que, ancianos, mujeres jefas de hogar, personas en situación de discapacidad, pueden tener una vida digna. Sin olvidar que gran parte de la población a la que van dirigida estas políticas tienen menores a cargo, en edad escolar.

Necesitamos que de una vez por todas exista la voluntad política para llamar a un gran diálogo nacional por la educación pública, que se convoque
ampliamente y sobre todo que el debate educativo quede fuera del rédito electoral. Debemos construir acuerdos a largo plazo, de aquí a los próximos 20 ó 30 años. Esto requiere mucho diálogo y paciencia porque los cambios en educación no son de un día para el otro, ni con imposiciones.

Tenemos otra gran preocupación que queremos decir con claridad, rechazamos la persecución sindical y a la caza de brujas hacia profesionales de la educación comprometidas y comprometidos con la educación pública uruguaya. La lógica del amedrentamiento ejemplarizante no debe primar nunca en una democracia consolidada como la nuestra. El debate y la discrepancia tienen que tener espacio siempre, pero esto es insostenible.

Saben que el movimiento sindical es solidario y desde sus raíces tiene claro que el problema no es con una organización sindical, es con todo el PIT-CNT, respaldaremos a nuestros compañeros y compañeras hasta el final, pero les queremos decir frontalmente que la grieta a la que hacen referencia todos los días, las construyen con acciones de difamación, persecución y permanente desprestigio.

Finalmente compañeras y compañeros, luego de estos últimos tiempos, donde hemos dejado toda nuestra militancia en defensa de nuestros derechos y de los que menos tienen para que “los más infelices sean los más privilegiados”, renovamos el compromiso de avanzar en esta dirección.
El movimiento sindical mantiene intacta la memoria, por justicia por los desaparecidos y nunca más dictadura!!!

Porque hoy, al igual que todos los días, es un día de lucha y también de celebración, por la unidad de nuestro movimiento sindical, para seguir siendo
constructores de esperanza y sueños colectivos, para continuar persiguiendo la justicia, la solidaridad y la defensa de nuestros derechos.

VIVAN las y los trabajadores

Que viva el PIT CNT

 

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