En el alba de nuestra independencia no se hablaba de literatura para niños y, de acuerdo con un criterio de documentación oral o escrita,se podría afirmar que tampoco poseíamos material de origen autóctono para esos destinatarios.Las primeras manifestaciones son un fenómeno de transculturación (clásica, española, francesa) que, de una forma directa o indirecta, proponela temática de una posible literatura infantil. La dominación española tuvo, por diferentes razones, un enfoque distinto en cada una de las regiones conquistadas. En la Banda Oriental, el siglo XIX se inició con escasa tradición cultural. El primer librero se instaló en San Felipe, hoy Montevideo, …