A diario escuchamos que vivimos en un mundo cada vez más complejo. La realidad nos desafía a seguir imaginando, desde nuestro lugar, que hay un mundo
que necesita seguir siendo transformado y nos compromete en su realización.
¿Es algo que podamos hacer solos? Ciertamente no. Es hora de que los responsables políticos asuman que la Educación necesita de su compromiso, y por eso hemos repetido hasta el cansancio que la Educación debe ser entendida como política de Estado y no de gobierno, y que debe ser acompañada de otras medidas
que no tienen que ver solamente con la escuela y con el hombro del maestro que tantas veces se ha hecho cargo de la emergencia social.