Algunas dificultades asoman a la hora de una definición de lo fantástico.
Palabra elusiva, de contornos difuminados y evanescentes, parece concitar la ausencia de unanimidad y la lejanía sistémica, como pocas en literatura.
Toda literatura puede tildarse de realista (pues refleja realidades exteriores o interiores del individuo) o de fantástica (como producto de la imaginación).
Por texto fantástico entendemos aquel donde uno o más elementos sobrenaturales irrumpen o insinúan hacerlo en un medio cotidiano. Por medio cotidiano entendemos aquel donde operan las leyes naturales.