Existe una marcada controversia en relación al sentido de la lectura en el momento de organizar las propuestas de enseñanza en el área de las ciencias naturales. ¿Qué justifica leer en ciencias? ¿Se entiende la lectura como un procedimiento propio de la metodología científica? ¿Por qué no se comprende el contenido de los textos de estudio? ¿Se conocen las características de estos textos? ¿Se entiende que dentro de esas características algunas se vuelven obstáculos que dificultan el proceso inferencial? Cuestiones como las planteadas guían el debate en relación a este tema. En este artículo se tiene la intención de generar algunas respuestas a modo de antesala de una necesaria discusión colectiva a nivel de enseñantes.